El Monestir de Santa Maria es el punto de partida de la historia de la Valldigna. Ubicado en Simat, siempre ha sido considerado como la joya cultural y patrimonial de los cuatro municipios que quedan abrazados por el valle formado por las montañas de l'Ombria y el Mondúver. Ese idilio que mantiene la sociedad con el monumento, siempre ha sido, en cambio, un "mírame pero no me toques" a nivel institucional. Y es que, pese a que los ayuntamientos siempre lo han cuidado para que, de puertas para afuera, ese espacio con el que tantos vecinos y vecinas se identifican no dejara nunca de ser un estandarte para la Valldigna. Y, pese a que siempre han buscado convertirlo en el mejor atractivo turístico con permiso del sol y playa, lo cierto es que los pueblos, por diferentes motivos que han sido variados a lo largo de las últimas décadas, han tenido muy poco poder de influencia, decisión o gestión en torno al cenobio.

Ha habido etapas, incluso, en las que se han sentido realmente ninguneados hasta el punto que los propios representantes públicos de los municipios han encontrado dificultades para acceder pese a tenerlo en sus términos municipales.

Pero esto va a cambiar. Gracias a la nueva ley del Reial Monestir de Santa Maria de la Valldigna aprobada ayer en las Corts, los pueblos ahora tienen ya mucho que decir sobre el futuro de este histórico edificio. El texto, con varios años de trabajo detrás por parte del grupo parlamentario Compromís en las Corts y que también ha contado con la participación activa de los ayuntamientos, salió adelante con los votos a favor del PSPV, PP, Compromís, Podem y Ciudadanos, mientras que VOX se opuso.

Alcaldes de Tavernes, Benifairó y Simat, en las Corts tras aprobarse la ley Levante-EMV

Desde el palco de invitados, en el hemiciclo, los alcaldes de Tavernes de la Valldigna, Sergi González, Simat, Víctor Mansanet y Benifairó, Josep Antoni Alberola, además del concejal de esta localidad, Manel Gómez, presenciaron cómo salía adelante una ley cuya esencia principal es que los pueblos tendrán mucha voz en la gestión del monasterio. El actual presidente de la Mancomunitat de la Valldigna, Miquel Donet, alcalde de Barx, se ausentó por motivos profesionales.

La nueva ley prevé la creación de un Consejo Rector del que formarán parte, como vocales, los alcaldes de las cuatro localidades, además de un representante de la Mancomunitat (del que solo forman parte Simat, Benifairó y Barx). Esto significa, como ha destacado Josep Antoni Alberola, alcalde de Benifairó, que "de las diez u once personas que formaran ese órgano, la Valldigna tiene a cinco representantes". Nunca antes los pueblos en los que se asenta el monasterio habían tenido tanto peso en su gestión.

Otro de los aspectos importantes es que con la nueva ley, la Generalitat se compromete a dotar cada año al monasterio de presupuesto para trabajos de excavación, rehabilitación y mantenimiento, algo de lo que se ha echado mucho de menos en los últimos años, en parte por el vacío que existía en lo que se refiere al mecanismo de gestión del recinto.

El alcalde de Simat, Víctor Mansanet, se felicitaba por que la nueva ley "abre expectativas de futuro para el monasterio". Uno de los cambios, de hecho, afecta directamente a esta localidad, ya que a partir de ahora es la conselleria de Cultura la que se encargará de la gestión de los campos de naranjos que hay dentro del recinto del monasterio, algo que hasta ahora correspondía al ayuntamiento simatero. El edil de Benifairó, Manel Gómez, remarca el "aval parlamentario" que ha recibido la ley con el amplio apoyo de la cámara.

Además, desaparece la figura de arquitecto-restaurador como figura única y se crea un comité con técnicos que se encargarán de dirigir las cuestiones que tienen que ver con las excavaciones, rehabilitaciones y actuaciones de todo tipo que se tengan que ejecutar en el recinto.

Para el alcalde de Tavernes, Sergi González, "lo importante es que los municipios vamos a participar activamente en las decisiones que se tomen". El primer edil defendía que "no podía ser de otra manera que Tavernes estuviera en este consejo rector porque es de recibo que los pueblos estén bien representados en ese órgano gestor".