Gandia compra la Penya Roja para "venderla" como un destino de escalada internacional

Una doble operación permite, en seis meses, resolver un problema generado cuando la propietaria cortó el acceso al emblemático lugar. El ayuntamiento paga 12.000 euros por cerca de 20.000 metros cuadrados en esa zona de Marxuquera

Un escalador, en la Penya Roja de Gandia justo en el momento de despuntar el día.

Un escalador, en la Penya Roja de Gandia justo en el momento de despuntar el día. / Òscar Martí/A un tir de pedra

Sergi Sapena

Ya pueden estar tranquilos todos los amantes de la escalada de montaña de la Safor y del resto del mundo. La Penya Roja de Gandia, situada en Marxuquera, seguirá abierta para la práctica de ese deporte porque el Ayuntamiento de la ciudad, a través de una doble operación de compraventa, formalizará en unos días la adquisición de ese enorme peñasco en el que tan habitual es encontrarse a personas progresando, con cuerdas, las muchas rutas de ascensión por su cara sur.

Según ha comunicado hoy el alcalde de la ciudad, José Manuel Prieto, el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con el Club Alpí de Gandia, que hace apenas unas semanas formalizó la compra de casi veinte mil metros cuadrados, equivalente a dos plazas del Prado, en el entorno de la Penya Roja. La adquisición, por 12.000 euros, convertirá ese lugar en propiedad municipal. 

Pero es que, además, a esta operación se une un acuerdo para alquilar por un precio simbólico, de apenas un euro al año, la parcela contigua, de otra propietaria, de manera que el consistorio se asegura todos los accesos a la montaña. En parte del suelo adquirido, que se reparte entre la calificación de forestal y agrícola, se ha pensado habilitar un párking destinado a los vehículos de los escaladores y sus acompañantes.

El alcalde señala que el interés del ayuntamiento para formalizar esta compra tan singular es el de promocionar la escalada deportiva y situar a Gandia como destino montañero a nivel internacional. Expresado en palabras del alcalde, se trata de generar un producto turístico sostenible que contribuya a desestacionalizar la oferta y la capacidad de atracción de visitantes, en este caso de alto poder adquisitivo.

La compra de la Penya Roja responde a un incidente ocurrido el pasado noviembre. Fue hace seis meses cuando una propietaria, harta de que los escaladores atravesaran sus bancales, optó por cerrar la senda. El Club Alpí y numerosos deportistas lamentaron la decisión, e inmediatamente pidieron ayuda al ayuntamiento para solucionar el problema. La fórmula para lograrlo fue que el club adquiriera el suelo necesario, lo que ya permitió reabrir el acceso durante la negociación, y después traspasar la propiedad al ayuntamiento, como así se ha hecho. «Queremos dotar a la Penya Roja de toda la estructura necesaria para la práctica segura de la escalda», ha afirmado Prieto, quien añade que todo eso se hará en colaboración con el Club Alpí.

Aunque este rojizo peñasco de Marxuquera es conocido en toda España y en otros países, especialmente del norte de Europa, como un magnífico lugar para iniciarse en escalada, el ayuntamiento ahora la incorporará a sus promociones para «venderla» en ferias. La Penya Roja no estará sola, dado que muy cerca de allí junto a la Cova Negra y junto a un cámping, también se habilitó el pasado pasado una zona de escalada y de recreo con tirolinas y puentes tibetanos.

La Penya Roja, vista por su cara sur, donde están las rutas de escalada.

La Penya Roja, vista por su cara sur, donde están las rutas de escalada. / Natxo Francés

Ahora sí que se editarán los folletos que un juez retiró

El Ayuntamiento de Gandia preparará en unos meses un folleto informativo para difundir la existencia de la Penya Roja y sus excelentes condiciones para la práctica de la escalada. Es lo mismo que hizo hace más de diez años al comprobar la enorme afluencia que generaba entre los amantes de ese deporte. Pero entonces la respuesta fue tan masiva que una de las propietarias de los bancales que rodean la montaña se sintió perjudicada y llevó el folleto a los tribunales. El resultado fue la inmediata retirada de esa promoción porque, como quedó establecido, en realidad se estaba publicitando como espacio público de libre concurrencia lo que en realidad era una propiedad privada destinada al uso agrícola.