Gandia replantea los ascensores exteriores de Ferroviaris al crear dudas a los propietarios

La obra tendrá una inversión de 5 millones de fondos Next Generation y servirá para mejorar la eficiencia energética

La imagen virtual del proyecto, con los ascensores exteriores de cristal que estaban previstos. | LEVANTE-EMV

La imagen virtual del proyecto, con los ascensores exteriores de cristal que estaban previstos. | LEVANTE-EMV / Toni Álvarez Casanova. GandiaT.Á.C.

Toni Álvarez Casanova. GandiaT.Á.C.

La rehabilitación de las conocidas como Cases dels Ferroviaris de Gandia, bloque ubicado entre las calles Perú, Calderón de la Barca, Tirso de Molina y Cardenal Cisneros será lo que sus vecinos y sus vecinas quieran que sea. Esa es la conclusión de la reunión que el concejal de Urbanismo, Vicent Mascarell, y la presidenta de la Junta de Distrito de Corea, Inma Rodríguez, mantuvieron con ellos en la Casa de la Marquesa la tarde del pasado jueves.

Uno de los puntos que más interés generó fue la posibilidad de instalar, o no, ascensores para mejorar la accesibilidad en las fincas. Cuando a principios de este año se presentó el proyecto incluía estos elementos. Ante la falta de espacio en los portales, la idea es colocarlos en el exterior de los edificios mediante unas estructuras de cristal sobre las fachadas, lo que lo convertiría en el primer edificio de la comarca de la Safor con estas características.

Pero no acaba de entusiasmar a los propietarios y ese es el motivo por el que el concejal, lejos de imponerla, ha querido abrir un debate y que sea el vecindario quien finalmente decida. «Les hemos presentado dos proyectos, uno con ascensores y otro sin ellos y el ayuntamiento hará lo que los vecinos quieran», explicaba a este periódico Vicent Mascarell.

El edil resaltaba la idiosincrasia de unos bloques que son de tres o cuatro alturas, con escaleras de ocho viviendas que deberían hacerse cargo de los costes de mantenimiento del ascensor, «lo que en términos económicos podría ser gravoso», señalaba.

«Hay que buscar la complicidad del vecindario, que se sientan satisfechos con la actuación», indicaba Mascarell, quien reconoce que es «un elemento muy agresivo para un edificio que se construyó en el año 1962». «Mantener la rehabilitación sin el consenso de los vecinos y las vecinas es un error», manifestaba el edil.

El eje principal de la obra, en todo caso, es la mejora de la eficiencia energética con el objetivo de conseguir un ahorro en el consumo eléctrico del 50% respecto al actual.

El proyecto prevé una inversión próxima a los cinco millones de euros. De estos, 4,5 procederán de los fondos del Plan para la Recuperación, Transformación y Resiliencia (Next Generation) y otros 532.000 del ayuntamiento. Esta actuación beneficiará a 182 pisos repartidos en 29 escaleras.

El proyecto contempla la mejora del aislamiento, a la vez que se instalará un sistema de aerotermia para autoabastecer a los propietarios. Paralelamente, se contemplan refuerzos estructurales además de actuaciones en las cubiertas e impermeabilización.

En las próximas semanas, técnicos municipales empezarán ya a visitar las viviendas para tomar datos de cara a la redacción del proyecto final, que se estima que podría ver la luz «a final de este año», según las palabras de Mascarell. La idea es que en menos de un año las obras estén en marcha.

Los tiempos van muy ajustados ya que la administración local está obligada a llevar a cabo estas actuaciones antes del 30 de junio del 2026, pues de lo contrario debería devolver la subvención.

Posiblemente en algunos casos, especialmente los pisos ubicados en las plantas más altas, las familias tendrán que ser desalojadas mientras duren las obras, una cuestión en la que también trabaja el ayuntamiento.

Estas actuaciones se suman a otras que también se llevarán a cabo en la ciudad con los mismos fondos, como las de los edificios de la calle Ròtova y Benicanena, que ya han sido presentadas a los vecinos y las vecinas en reuniones como las que mantuvo el jueves en la Casa de la Marquesa con los propietarios y propietarias de Ferroviaris.

El proyecto incluye la regeneración urbana del entorno

Gandia sigue mostrándose como una de las principales ciudades de la Comunidad Valenciana a la hora de aprovechar los fondos de la Unión Europea. Además de las actuaciones que se llevarán a cabo en los edificios para mejorar su eficiencia energética, actuando en la impermeabilidad y con la instalación de sistemas de aerotermia, el proyecto también contempla una actuación sobre el entorno. La ciudad cuenta con fondos para mejorar y rehabilitar espacios urbanos y en este caso se centrará en las deficiencias detectadas en las calles de Perú , Calderón de la Barca y Poeta Lorente, calles en las que se ubican precisamente algunas de las casas de los Ferroviaris. Estas actuaciones permitirán revitalizar espacios históricos de la ciudad, mejorando la trama urbana complementándolo con la rehabilitación de los edificios privados.