Gandia cambiará con recursos propios la polémica peatonalización de la plaza del Garbí del Grau

El concejal de Urbanismo señala que el proyecto no ha dejado satisfecho al ayuntamiento y que se negocia con la empresa

Los adoquines se mantendrán, pero si es necesario se habilitarán franjas más uniformes para el tránsito de peatones

Un operario colocando los adoquines en la plaza del Garbí del Grau de Gandia.

Un operario colocando los adoquines en la plaza del Garbí del Grau de Gandia. / Jordi Estevan

Sergi Sapena

Definitivamente el proyecto de peatonalización y mejora urbana de la plaza del Garbí, en la que se encuentra la icónica iglesia de Sant Nicolau del Grau de Gandia, no ha dejado satisfecho al Gobierno local. De manera que, con cargo a fondos propios, se incluirá una partida económica en los presupuestos municipales de 2024 para llevar a cabo algunos añadidos y modificaciones en esa actuación.

Así lo ha señalado el concejal de Urbanismo, Vicent Mascarell, en respuesta a una pregunta que la concejala del PP, Aina Borredà, durante la última sesión plenaria. Borredà cuestionó a los responsables municipales por el avance de esa obra, que sigue inacabada, y reiteró que se han producido protestas de numerosos ciudadanos por el riesgo de caídas al caminar sobre el firme que ha quedado en la plaza. La concejala del PP incluso mostró un pliego de hojas en las que, asegura, hay cerca de mil firmas de personas que rechazan el acabado y piden modificaciones.

El quid de la cuestión se encuentra en los «adoquines a la portuguesa» que ocupan buena parte de la superficie de la plaza del Garbí. Ese sistema, pese a que es muy habitual en entornos urbanos antiguos, se basa en la colocación de adoquines de superficie irregular y dejando un espacio relativamente amplio entre uno y otro. De manera que, para determinados calzados, y especialmente si se va con tacones, hay que caminar con cuidado para mantener la estabilidad y no sufrir caídas o torceduras.

Una imagen de la plaza del Garbí cuando las obras aún no habían concluido.

Una imagen de la plaza del Garbí cuando las obras aún no habían concluido. / Levante-EMV

Vista esa reacción y de que el PP insiste en la necesidad de modificaciones sustanciales, el Gobierno local entabló hace meses una negociación con la empresa constructora para llevar a cabo algunos cambios. Así, y según señalan fuentes municipales a este periódico, sobre los adoquines se estudia eliminar los salientes más pronunciados y rellenar los huecos más profundos, sin descartar la apertura de algunas franjas con un firme totalmente uniforme por el que podrían caminar de forma segura las personas que tengan algún problema de movilidad o que lleven un calzado especial.

De la misma manera, se estudia colocar algún tipo de vegetación que mejore la imagen de esa plaza, siempre teniendo en cuenta que la obra se ha llevado a cabo con la intención de resaltar la estructura de la iglesia de Sant Nicolau, que está en proceso de declaración de Bien de Interés Cultural y la visión sobre la dársena del puerto. Pese a algunos comentarios poco amables, nadie plantea la posibilidad de retirar la escultura del prestigioso paisajista Álvaro de la Rosa situada en medio de la explanada e incluida en este proyecto.

Por la respuesta del Gobierno local a la concejala Borredà no hay fecha para acabar el proyecto, pero la intención es poder llevarla a cabo en los primeros meses del nuevo año.

La remodelación y peatonalización de la plaza del Garbí, que se incluye en un proyecto de mayor envergadura que sigue por la avenida de la Pau, fue una de las primeras actuaciones financiadas por los fondos europeos Next Generation destinados a la mejora de destinos turísticos consolidados, como es Gandia. En conjunto la actuación rondó los 900.000 euros, cifra a la que se tendrá que añadir la que resulte para ejecutar la modificación que ahora se está tramitando.