Gandia y Tavernes, puntos estratégicos para medir los movimientos de la tierra

El Instituto Geográfico Nacional tiene en las capitales de la Safor y de la Valldigna sendos acelerógrafos que permiten a los científicos conocer en tiempo real el comportamiento del subsuelo y evaluar el riesgo de sufrir terremotos en la zona

Vista panorámica de la fortaleza de Bairén y de Gandia con el polígono Alcodar.

Vista panorámica de la fortaleza de Bairén y de Gandia con el polígono Alcodar. / Levante-EMV

Josep Camacho

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) considera que Gandia y Tavernes de la Valldigna son lugares estratégicos para medir el movimiento del subsuelo y recabar datos con los que evaluar el riesgo de sufrir un terremoto, algo nada descabellado, porque la comarca se asienta sobre una falla que discurre hacia Ontinyent, que ya causó una tremenda sacudida hace seis siglos, en 1393. 

Por ello, y tras mantener las pertinentes reuniones con los responsables municipales de ambas localidades, técnicos del IGN instalaron recientemente sendos acelerógrafos, llamados Sílex, conectados en tiempo real a la Red Sísmica Nacional.  

En Tavernes lo hicieron a finales de diciembre y está situado en el sótano del ayuntamiento, y en Gandia fue hace unos días y está en la central de la Policía Local. En ambos casos son dependencias municipales en las que el aparato está a buen recaudo y perfectamente controlado. 

Gandia está en una zona de peligrosidad sísmica moderada, por lo que es recomendable monitorizar la sismicidad de la zona con el objetivo de trasladar la adecuada información a la población, a los servicios de emergencia y protección ciudadana, en caso de que sea necesario, según apuntaron fuentes del IGN.  

El aparato de Gandia, instalado por funcionarios del Servicio Regional del IGN en la Comunitat Valenciana, mide la aceleración del suelo y permite registrar los movimientos fuertes que se dan cerca de la falla causante. El cálculo de dicha aceleración también permite realizar estudios de ingeniería sísmica.

A su paso por Tavernes hay una falla subterránea que discurre entre la Valldigna y Ontinyent correspondiente a las cordilleras montañosas que chocan entre sí. Por ello es conveniente saber si bajo la Valldigna el suelo se mueve, en qué dirección y en qué magnitud. En septiembre del año pasado hubo una primera reunión entre el director regional del IGN, Ángel Requena, y los concejales Amparo Bo y Josep Llàcer, a quienes Requena le explicó la importancia de tener este aparato. Desde el ayuntamiento vallero se dieron todo tipo de facilidades.  

Instalación de los aparatos en Tavernes, a la izquierda, y en Gandia, a la derecha.

Instalación de los aparatos en Tavernes, a la izquierda, y en Gandia, a la derecha. / Levante-EMV

Actualmente el IGN cuenta con dos redes principales repartidas por todo el territorio nacional; en primer lugar la red de sismómetros que miden la velocidad del suelo y con los que se obtienen los parámetros focales de un terremoto y, finalmente, la red de acelerógrafos que permiten medir la aceleración del suelo.

A esta red de acelerógrafos se le está añadiendo una red complementaria, la red de acelerógrafos Sílex, compuesta por instrumentos de bajo coste y que sirven para densificar y cubrir las zonas desprovistas de instrumentación.

Por lo tanto, con la red de acelerógrafos Sílex el IGN pretende densificar la red de acelerógrafos de una forma viable económicamente lo que permitirá mejorar tanto la capacidad de evaluar rápidamente los daños de un terremoto como el conocimiento de la sismicidad en la zona. Todo ello ayudará a crear documentos de interés como los mapas de sacudida o «shake maps», en su terminología inglesa.

Se emplea una tecnología de sistemas de microelectrónica gracias a una tarjeta diseñada en el Observatorio Astronómico de Yebes (Guadalajara) y que envía la información al Centro de Recepción de Datos del IGN, ubicado en Madrid. Allí se encargan de procesar toda la información y de realizar un cálculo automático para elaborar una representación en tiempo real del mapa.