Gandia destina casi 900.000 € a acabar con las deficiencias del Serrano

El ayuntamiento anuncia 150.000 € para cambiar el sistema antiincendios y el telón además de los 650.000 € para la climatización

Fachada del Teatre Serrano de Gandia. | LEVANTE-EMV

Fachada del Teatre Serrano de Gandia. | LEVANTE-EMV / Toni Álvarez Casanova. Gandia

Toni Álvarez Casanova. Gandia

El Ayuntamiento de Gandia va a invertir de nuevo en el Teatre Serrano. El Gobierno local se ha propuesto ponerlo a punto durante esta legislatura y acabar con las deficiencias que sufre desde hace años. Por ello, en poco tiempo ha anunciado actuaciones por valor de 800.000 euros que permitirán mejorar la experiencia de los espectadores y las espectadoras pero también adecuarlo para que cumpla toda la normativa vigente en materia de seguridad.

Por eso, esta misma semana se ha dado a conocer una actuación por valor de 150.000 euros que se sufragarán con fondos propios del consistorio. El objetivo es actualizar los sistemas antiincendios y la sustitución del actual telón, todo con el objetivo de adaptarse a la normativa vigente en este tipo de instalaciones.

El pasado mes de noviembre ya se anunció un proyecto que asciende a 650.000 euros para sustituir todo el sistema de refrigeración del recinto y acabar, de una vez por todas, con la situación que viven los usuarios, que sufren calor en verano y frío durante los meses del invierno en una situación que no es ni mucho menos nueva.

El ayuntamiento ha llevado a cabo un estudio exhaustivo de cuál es la situación real del sistema, cuyos problemas, según el informe elaborado para sacar el proyecto a licitación, se deben a la falta de mantenimiento. La actuación no supondrá simplemente la sustitución de unos aparatos por otros, sino que además de acabar con el problema de la climatización mejorará también su gestión, haciendo que sea más fácil encenderlo y apagarlo cada vez que sea necesario sin tener que esperar a un técnico especializado.

Con esta inversión se sustituirán la gran mayoría de los actuales aparatos ubicados en los techos del teatro, los cuales fueron instalados en 2005 durante la rehabilitación integral del edificio. Entre las estancias afectadas está la sala principal, con capacidad para más de 600 personas. Los puntos en los que se instalará el nuevo sistema son los gallineros, antepalcos, accesos a la sala, camerinos, vestuarios y pasillos interiores.

Estas actuaciones de mayor calado se suman a otras que también se han llevado a cabo en el Serrano como son la reparación de la plataforma del escenario o el cambio del sistema de iluminación por valor de 49.000 euros.

Denuncia del PP

Desde el grupo municipal del PP de la ciudad han denunciado, por su parte, que el recinto carece de licencia de actividad desde hace 18 años, es decir, desde que acabó el proyecto de reforma integral. Han sido los concejales Mar Beltrán y Vicent Gregori, quienes lo han revelado en rueda de prensa. «Es muy grave esta situación, que podría haber generado problemas de alto riesgo, que afortunadamente no se han producido, tras 18 años de apertura del teatro», indicaba Beltrán.

Gregori añadía, además, que la inversión que ahora realiza el ayuntamiento tiene por objetivo acabar «con este incoveniente» y denunciaba la «opacidad» y «falta de transparencia» por parte del Gobierno local, ya que, como recordaba, ha sido el Síndic de Greuges el que ha permitido conocer esta situación después de que los propios populares presentaran una denuncia tras solicitar información y no recibirla.

El concejal de Administración, Adrián Vila, respondía poco después a estas críticas acusando a los populares de tener «una actitud hipócrita», y recordó que durante el gobierno del PP en la ciudad «nunca le preocupó el teatro y lo privatizó». En ese sentido, Vila recordaba que el propio Gregori era concejal de Cultura y que fue quien cedió el espacio a una empresa privada «aunque sabía que el edificio estaba pendiente de realizar mejoras», como consta en el documento firmado por quien era en 2012 el concejal de Urbanismo con el PP, Antonio Abad.