La pesca valenciana sigue en retroceso en barcos, capturas y facturación

Un estudio de la Universitat d’Alacant revela que entre 2014 y 2022 todos los puertos valencianos registraron caídas

Castelló lidera el descenso de la actividad, seguida de Gandia, en parte debido a los planes de la Unión Europea

Un barco de artes menores se dispone a amarrar en el puerto pesquero de Gandia.

Un barco de artes menores se dispone a amarrar en el puerto pesquero de Gandia. / Àlex Oltra

Josep Camacho

El sector pesquero de la Comunitat Valenciana se enfrenta a «un presente y un futuro incierto» por la normativa europea de reducir los días de pesca anuales, la falta de relevo generacional y las dificultades para encontrar capital humano para trabajar en el sector, entre otras causas, según la profesora del Departamento de Análisis Económico Aplicado de la Universidad de Alicante (UA) Adelaida Lillo Bañuls.

Esta experta es la coordinadora del informe «Estudio socioeconómico del sector pesquero de la Comunitat Valenciana», que ha llevado a cabo el Instituto de Economía Internacional (IEI) de la UA con financiación de la Generalitat. El equipo autor del informe está formado, además, por los investigadores Begoña Fuster García, Fernando Merino de Lucas, Jorge Mora Salinas y Samuel Ortiz Pérez. Para su elaboración, los investigadores se pusieron en contacto con las 21 cofradías valencianas, entre ellas la de Gandia, para conocer de primera mano sus preocupaciones y las dificultades que enfrentan. 

Según el informe, en el periodo que abarca, 2014-2022, todos los puertos pesqueros valencianos, sin excepción, registraron caídas. El mayor fue el de Castelló, con un retroceso de más de dos mil toneladas, a una tasa media anual del -7%, y un descenso en la facturación de 3,8 millones, un 4% menos al año. 

Le siguió Gandia con una caída superior a las 1.200 toneladas (-14% al año) y 2,5 millones de euros menos, con pérdidas anuales del 7%. Y Burriana fue el tercero. Gandia fue el segundo puerto que menos toneladas de pesca capturó entre los años 2014 y 2022. 

Gandia es el quinto puerto pesquero valenciano en número de buques. La principal modalidad es el cerco y las artes menores. La flota pesquera de Gandia estaba formada en 2022 por 39 buques, de los cuales 30 de artes menores, 7 de arrastre y 3 de cerco. La facturación con datos de 2021, se repartió así: 45% artes menores, 33% arrastre y 22% cerco.  

La Comunitat Valenciana, con 518 kilómetros de costa mediterránea, cuenta con 21 cofradías de pescadores. En la provincia de València están las de Gandia, Cullera y València. En las lonjas de los puertos pesqueros es donde se suele realizar la primera venta autorizada de pescado fresco. En 2022 la flota pesquera de la Comunitat Valenciana estaba formada por 521 buques, lo que representa el 6% de la flota pesquera española. Los puertos más relevantes por volumen de pesca son los de Torrevieja, Castelló y Santa Pola, que acumulan el 43% de las toneladas capturadas en la Comunitat.

Toda esta actividad, según el estudio, está en clara regresión, entre otras causas por el inicio de la aplicación, en 2020, del Plan Demersal para la Pesca en el Mediterráneo Occidental, propuesto por la UE, que ha supuesto una reducción de las capturas y, por consiguiente, de los ingresos.

«Ha afectado principalmente a la flota de arrastre, que representa el 39% de la flota pesquera valenciana. Por provincias, el sector pesquero alicantino ha sido el más afectado, con un 45% de su flota dedicada a esta modalidad de pesca, que supone el 63 % de la facturación pesquera de la Comunitat», según Lillo Bañuls.

Atendiendo al Plan Demersal la flota de arrastre del Mediterráneo (salmonete, merluza, gamba roja y blanca) ha tenido que reducir los días de pesca anuales un 10% en 2020, un 7% en 2021, un 6% en 2022 y un 7% en 2023, lo que ha implicado una reducción del esfuerzo pesquero del 30%.

Para 2024 la UE ha establecido una reducción adicional del 9,5 %, rozándose el límite máximo fijado en el Plan plurianual (40 %). «Esta situación supone una amenaza para la rentabilidad y supervivencia del sector pesquero de la Comunitat Valenciana, ya que en esta modalidad pesquera solo van a poder salir a faenar 125 jornadas, cuando hace cinco años eran 240», afirma Lillo Bañuls.

Faltan trabajadores

Pero éste no es el único escollo al que se enfrenta el sector pesquero valenciano. El informe recoge otras dificultades añadidas: la falta de relevo generacional y las dificultades para encontrar trabajadores. «El problema de los días de paro obligatorio para la flota de arrastre ha generado mucha incertidumbre entre su personal con el agotamiento de los periodos de paro para sus trabajadores sin ninguna compensación laboral por esta circunstancia», señala la investigadora.

A todo ello, se añaden, por una parte, las dificultades para conseguir las titulaciones náutico pesqueras exigidas a los trabajadores y, por otra, el elevado grado de concentración de la demanda en la comercialización de productos pesqueros en primera venta en las lonjas. 

Otro problema importante al es la notable reducción que ha experimentado tanto en número de buques como en capacidad de bodega y potencia.  

Subasta en la Lonja de Gandia.

Subasta en la Lonja de Gandia. / J.C.

Reinventarse para captar más ingresos

En 2022 se desembarcaron en la Lonja de Gandia 542 toneladas de pescado por un valor de 2,8 millones de euros, a un precio medio de 5,33 euros por kilo. En Santa Pola, el primer puerto pesquero valenciano, capturaron 2.415 toneladas por un valor de casi 20 millones de euros, a un precio medio de 8,22 euros por kilo. Pese a la caída de capturas, todos los puertos registraron un incremento en los precios medios de las mismas. En 2022 la lonja que tuvo la cotización más alta fue la de Moraira, con un precio medio de 13,07 euros. Le siguieron Sagunt, Gandia, El Campello y Calp, con subidas superiores al 6% anual.

Por facturación las mayores especies son el boquerón, la gamba blanca y roja, la merluza y el salmonete de fango. La caída de ingresos ha obligado a las cofradías, que legalmente son equiparables a las cooperativas, a reinventarse, obteniendo fondos de otras fuentes, como campañas relacionadas con el medio ambiente, y ayudas de las administraciones públicas, por conceptos varios. En el caso de Gandia una actividad paralela es la recogida de medusas en verano,  a través de un convenio que es pionero y único, hasta la fecha, entre las cofradías valencianas, donde el ayuntamiento aporta unos 8.000 euros. 

Según el citado informe la cofradía gandiense recibió el año pasado 46.022 euros en subvenciones públicas. Por otra parte, los Grupos de Acción Pesquera (GALP) como el de Gandia-Albufera, son organismos creados para fomentar el consumo de pescado fresco de lonja, así como la marca, y también pueden captar ayudas, especialmente de la UE. Además, la Lonja de Gandia tiene un restaurante en su planta superior, en régimen de alquiler, desde el que se puede ver la subasta.