Cielo de color rojo, naranja o amarillo. La borrasca Celia está cubriendo el cielo de la Comunitat Valenciana de polvo en suspensión que lo ha coloreado de toda una gama de ocres que bien podrían parecer más típicos del cielo marciano que del valenciano. Se trata de calima y es un fenómeno atmosférico que tiene su origen en el desplazamiento de una bolsa de aire subsahariano. La inestabilidad atmosférica que está provocando la Dana situada sobre el mediterráneo está empujando aire procedente del norte de África sobre la costa española en general y la valenciana en particular.

La calima convierte la Comunitat Valenciana en Marte José Raúl García/MeteoVinalopó

Qué es la calima

Los expertos alertan que estos episodios, más comunes en las islas Canarias y conocidos como calima, se desarrollan cuando las pequeñísimas partículas de polvo mineral, de origen natural procedentes del desierto del Sáhara y con diámetros comprendidos en su mayoría entre las 10 y las 2,5 micras son arrastrados por el aire. La calima se caracteriza además por el aire seco y cálido de componente Este procedente del desierto del Sahara. Estas dos circunstancias sumadas al polvo en suspensión que enturbia el ambiente están detrás de muchas molestias que podría comenzar a producir en los próximos días.

Estos aerosoles o partículas se conocen como PM10 y tienen la capacidad de penetrar por las vías respiratorias. Si la concentración de las partículas supera 50 ug/m3 que la normativa comunitaria fija como umbral tolerable, acarrea riesgos a la población, principalmente a la más vulnerable, especialmente aquella que padece enfermedades crónicas respiratorias como el asma o la bronquitis.

Pueden darse episodios en los que las patologías previas se compliquen y aparezcan brotes.

Mejor pronóstico que en verano

El episodio de calima que está afectando a la Comunitat Valenciana en pleno temporal de viento y lluvia no va a tener las complicaciones que, como norma general, puede tener la acumulación de polvo en suspensión para las personas más sensibles. Si se cumplen las predicciones meteorológicas y llueve, las precipitaciones ayudarán a limpiar la atmósfera de estas micropartículas. El aire dejará de estar viciado por el polvo en suspensión y éste acabará convertido en barro al mezclarse con la lluvia.