Salud mental | I+D Esquizofrenia y calidad de vida

Los pacientes, claves en el estudio para tratar el deterioro cognitivo asociado a la esquizofrenia

Un ensayo clínico, que se lleva a cabo en varios hospitales, estudia la eficacia de un fármaco(*) que podría mejorar el deterioro cognitivo en personas con esquizofrenia. Este síntoma afecta la funcionalidad y calidad de vida y no lo tratan los antipsicóticos actuales. Para avanzar con éxito, se requiere la colaboración de los pacientes.

El psiquiatra Miguel Hernández Viadel, en el centro, junto a otros miembros del equipo de investigación del Hospital Clínico Universitario de Valencia.

El psiquiatra Miguel Hernández Viadel, en el centro, junto a otros miembros del equipo de investigación del Hospital Clínico Universitario de Valencia.

Los delirios y las alucinaciones son las manifestaciones más llamativas de la esquizofrenia pero esta sintomatología no es exclusiva de esta enfermedad. Este trastorno mental grave que se estima que padecen 24 millones de personas en el mundo(**) afecta a la forma de pensar, de sentir y al modo de comportarse de la persona. Se caracteriza por una gran variedad de síntomas, que incluye desde las alucinaciones e ideas delirantes, hasta otros que, si bien no producen tanta alarma social, son más importantes desde el punto de vista pronóstico. “Por ejemplo, la falta de energía o interés por hacer alguna actividad, la dificultad para experimentar placer de actividades que antes disfrutaba o expresión restringida de las emociones (hablar con una voz apagada y mostrar una expresión facial limitada) y el retraimiento social. Por otro lado, los síntomas cognitivos hacen referencia a los problemas de atención, concentración y memoria”, explica el doctor Miguel Hernández Viadel, psiquiatra del Hospital Clínico Universitario de Valencia, profesor asociado-asistencial de la Universidad de Valencia y vocal de la junta directiva del Sociedad Española de Psiquiatría Legal. 

El deterioro cognitivo es, por tanto, un síntoma central de la esquizofrenia que tiene implicaciones en todos los ámbitos de la vida y puede llegar a incapacitar a quien padece esta enfermedad para estudiar, trabajar, convivir en pareja o llevar a cabo un proyecto personal e, incluso, para su propio autocuidado. Y que, sin embargo, no responde a los tratamientos actuales. La esperanza está en la investigación. 

El alto impacto del deterioro cognitivo

El psiquiatra alemán Emil Kraepelin, uno de los principales teóricos y académicos de los inicios de la psiquiatría como especialidad y uno de los primeros en describir la enfermedad, la definió como demencia precoz, haciendo hincapié en la importancia de esa pérdida en la funcionalidad cognitiva. Porque, tal y como indica el doctor Hernández Viadel, “estos síntomas ya están presentes cuando la persona es joven, a los 20-30 años, con el inicio de la enfermedad”. 

Aproximadamente el 85%(**) de quienes viven con esquizofrenia experimentará algún nivel de deterioro cognitivo, que tiene un impacto significativo en la calidad de vida tanto de los propios afectados como de sus familiares, ya que puede causar problemas en la memoria, la atención sostenida, la velocidad de procesamiento, la capacidad para resolver problemas y para organizarse, lo que limita su autonomía y su capacidad de llevar una vida plena e independiente. Todo eso se traduce en numerosas dificultades en rutinas del día a día, desde recordar citas médicas o tareas pendientes, a seguir una receta de cocina, la trama de una película o de un libro, entablar una conversación, centrarse en lo que es importante y desechar información irrelevante, tomar decisiones lógicas y planificar o modificar los planes. “Los síntomas cognitivos son los que más deterioro y discapacidad producen en el funcionamiento de las actividades de la vida de las personas con esquizofrenia y, desgraciadamente, no tenemos al día de hoy un tratamiento que ayude a mejorar estos síntomas”, señala el especialista del Hospital Cínico Universitario de Valencia.

Se trata, además, tal y como explica el psiquiatra, de un deterioro que afecta a todos los ámbitos de la vida: en el plano personal suelen descuidar la imagen y el aseo; en el área familiar pueden parecer desconfiados, desinteresados, poco comunicativos y aislados; en el área ocupacional tienen grandes dificultades o son incapaces de mantener sus estudios o un empleo competitivo y a menudo abandonan un trabajo o son despedidos por falta de rendimiento; a nivel social se sienten angustiados e incómodos en lugares con gente; y en las relaciones interpersonales presentan dificultad para aprender nueva información (como por ejemplo recordar una cita) y dificultad para mantener una conversación y prestar atención. 

Dicen los datos del INE más recientes que en España sólo el 17% de los diagnosticados tiene trabajo y otras cifras señalan que apenas un 12% ha contraído matrimonio. En cuanto a las expectativas de futuro, el Dr. Miguel Hernández apunta que “un 20-30% de los casos puede tener un buen pronóstico, con síntomas leves, incluso sin síntomas y llevar un vida normalizada, aunque en más de un 50% de los casos, los síntomas van a seguir un curso crónico y con un importante deterioro en el funcionamiento personal, familiar, social y ocupacional (estudios, trabajo) de la persona con esquizofrenia”.

I+D: la esperanza de una mayor calidad de vida

Por todo ello, uno de los retos en el ámbito de la salud mental es el desarrollo de terapias eficaces contra los síntomas negativos de la esquizofrenia y que permitan, en última instancia, abordar el mayor desafío de quienes padecen esta enfermedad: su inclusión e integración en la sociedad y el desarrollo de una vida plena. “El tratamiento farmacológico de la esquizofrenia fundamentalmente está dirigido al abordaje de los síntomas positivos (delirios y alucinaciones) pero no tenemos un tratamiento para los síntomas cognitivos”, subraya el Dr. Hernández. 

De ahí la importancia de investigaciones como CONNEX, uno de los 20 proyectos que, en su compromiso con las enfermedades mentales graves y crónicas (una de las áreas prioritarias en I+D+i de la compañía), tiene en marcha Boehringer Ingelheim. Este proyecto, en fase de reclutamiento, que se está llevando a cabo en diversos hospitales de España, tiene como objetivo probar la eficacia de un nuevo fármaco(1) . Un resultado positivo permitiría a las personas con esquizofrenia vivir una vida más autónoma, con menos desafíos y mayor bienestar. Por eso, como señala el psiquiatra, “si finalmente los resultados del estudio demuestran que este fármaco es eficaz en mejorar el deterioro cognitivo de las personas con esquizofrenia, sin duda será un gran avance para dar respuesta a una necesidad no cubierta y mejorar el pronóstico y gravedad de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente y de sus familiares”.

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+ Este ensayo clínico está aún en fase de reclutamiento de pacientes en el Hospital Clínico de Valencia con el Dr. Miguel Hernández Viadel como investigador.

(*) Medicamento en fase de investigación. No tiene ninguna indicación autorizada.

(**) World Health Organization (2023), World mental health report: Transforming mental health for all. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/9789240049338

 OECD (2021), Health at a Glance 2021: OECD Indicators, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/ae3016b9-en