Según el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), los arrestados son de nacionalidad marroquí entre 20 y 40 años, la mayoría con antecedentes policiales por hechos similares, y uno de ellos, el cabecilla, ya había sido detenido hace cinco años por este mismo delito y estaba huido y con orden de ingresar en prisión.

Los primeros datos de la investigación de la Policía Nacional, que se ha prolongado durante un año, apuntan que la organización robaba en el entorno de Torrevieja, resto de Alicante y Murcia, y desmontaba entre siete y quince coches semanales.

Una parte de los arrestados se encargaba de sustraer los vehículos con el empleo de la violencia directa sobre los conductores o aprovechando el descuido en gasolineras o cercanías de áreas comerciales, donde los dueños se apeaban para, por ejemplo, comprar el periódico y dejaban las llaves puestas.

También solían alquilar los coches con documentación falsificada y luego no restituían el turismo a la empresa.

Una vez con el vehículo en su poder, lo trasladaban a una casa de campo aislada en una pedanía del término de Elche, usada como taller y almacén, donde se procedía al desguace y almacén de las piezas, proceso en el que invertían unas tres horas por cada coche.

Posteriormente, otro miembro de la organización utilizaba furgonetas para sacar las piezas como si fueran chatarra a países del norte de África, en los que los vehículos eran nuevamente montados y vendidos.

El grupo nunca sacaba todas las piezas de un mismo vehículo en un mismo viaje sino sólo lotes de piezas, como capós, puertas, luces o motores, para dificultar a las autoridades que el vehículo pudiera ser reconocido.

La Policía ha podido recuperar más de 7.000 piezas de coches sustraídos y nueve vehículos intactos, entre ellos los dos últimos robados justo antes de proceder a las detenciones.

Hasta el momento, se han esclarecido 61 robos y continúan las gestiones con el resto de piezas localizadas en el registro realizado en la casa de campo ilicitana.

El principal dirigente había sido detenido en dos ocasiones anteriores por hechos similares, la primera de ellas hace cinco años cuando regentaba un desguace en Crevillent donde se hacía exactamente lo mismo que ahora.

En aquella ocasión, se esclarecieron más de 160 robos de coches y un año y medio después se le volvió a arrestar y se le imputó la sustracción de otros 82 coches, a pesar de lo cual actualmente estaba en situación de huido de la Justicia y era buscado para su ingreso en prisión.