Detenido tras matar a su mujer embarazada por un tiro accidental

Las investigaciones apuntan a que la víctima de la Vall d’Uixó murió de un disparo fortuito en la cabeza al intentar arrebatarle el arma a su pareja cuando iba a herir a otro familiar

Núria B.Bigné / María González

El marido de la mujer embarazada muerta por un disparo en la cabeza en la Vall d’Uixó el pasado lunes por la noche fue detenido ayer por la tarde, 72 horas después del crimen, como presunto autor del homicidio, como avanzó este periódico ayer en su edición digital, poco después de que fuera enterrada la víctima en el cementerio de Faura.

El hombre, padre del bebé que esperaba la fallecida y que pudo sobrevivir tras una cesárea de urgencia a las 36 semanas de gestación, fue arrestado en su domicilio de la Vall. La detención se hizo efectiva poco antes de las 17.00 horas, tras haberse celebrado, primero el responso de la fallecida en Benifairó y después, el entierro en Faura, localidad donde la mujer, de 28 años de edad y de origen lituano, había residido junto a su familia durante años.

A última hora de la tarde de ayer se produjeron otras cuatro detenciones, dos hombres y una mujer, por su presunta relación en el homicidio, como adelantó en exclusiva Levante-EMV. Dos de ellos están acusados como presuntos cooperadores por haber participado en la reyerta en la que se produjo el disparo mortal y en la pelea previa, mientras que los otros dos, un hombre y una mujer, están acusados de un delito de encubrimiento.

Se da la circunstancia de que uno de los acusados de cooperación necesaria es primo del marido de la fallecida.

Pruebas desaparecidas

Al parecer estos dos últimos habrían limpiado la sangre y habrían hecho desaparecer pruebas y vestigios del homicidio antes de que los agentes de la Guardia Civil llegaran al lugar de los hechos. De hecho, se trató de ocultar lo ocurrido facilitando información falsa sobre los autores de los disparos para dificultar la labor de los investigadores y encubrir al marido de la fallecida.

La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, que ha dirigido una investigación a contrarreloj desde que se produjera el trágico suceso en una zona conflictiva del barrio de Carbonaire, tiene indicios suficientes de que el tiro fue efectuado, de forma accidental, por la pareja de la víctima. De hecho, parece ser que el matrimonio forcejeó mientras la fallecida intentaba arrebatarle el arma para evitar que su marido utilizara la pistola contra una tercera persona, un miembro de la familia con quien el hombre había tenido desavenencias por cuestiones que podrían estar relacionadas por el negocio del tráfico de estupefacientes.

El ahora detenido llevaba la pistola cargada y acabó efectuando dos disparos: uno de ellos fue un tiro al aire, pero el otro acabó impactando en la cabeza de su mujer, que estaba embarazada de ocho meses. Como señaló la autopsia y publicó este periódico en su edición de ayer, la herida de bala sin orificio de salida era «incompatible con la vida», según indicaron los médicos forenses en el informe preliminar de autopsia.

Enterrada en Faura

Según ha podido saber este periódico, la Guardia Civil tenía vigilado al marido de la fallecida para que no tuviera posibilidad de eludir la acción de la Justicia y esperó a que se le diera sepultura a su esposa en el cementerio de Faura para llevar a cabo la detención que tenía prevista.

La celebración fue multitudinaria y a la misma acudieron tanto familiares de la mujer, como miembros de la familia política de la víctima, pertenecientes al entorno del presunto autor del homicidio. El ambiente era tenso no solo en el tanatorio de Benifairó, sino también en el cementerio de Faura y en todas sus inmediaciones, donde había una fuerte presencia policial, tanto de Guardia Civil, como de la Policía Local. Los agentes municipales cortaron al tráfico algunas calles por las que transcurría la comitiva fúnebre.

La tensión del ambiente y las precauciones eran tales que quedó suspendida la celebración de carnaval en el CEIP Sant Vicent Ferrer, un centro escolar que está ubicado de forma provisional en barracones en el campo de fútbol, junto al cementerio, como medida preventiva por si se producía algún tipo de incidente. Pese a esta tensa calma y el dolor presente por una muerte violenta, el funeral transcurrió sin sobresaltos.

La Guardia Civil ‘vence’ a la ley del silencio en el barrio

Pese a la opacidad que ha imperado en la zona más conflictiva de Carbonaire de la Vall d’Uixó desde que se produjo el homicidio el pasado lunes por la noche, la Guardia Civil ha conseguido llegar hasta el principal sospechoso. En la calle 9 del barrio se habló en primera instancia de que los disparos se habían efectuado desde un coche blanco, un BMW, aunque los investigadores sospecharon desde el inicio que esa información era falsa.

La ley del silencio gobierna en el barrio, donde el miedo y el recelo han sido protagonistas en los días posteriores a la muerte violenta de la embarazada. El marido arrestado tendrá que responder ahora por la muerte de su propia esposa, a priori un homicidio imprudente, y por la presunta tenencia ilícita de armas, delito por el que también está acusado. Otros dos detenidos están acusados de encubrimiento y un tercero como cooperador.