La víctima de Conde Altea murió acuchillada, golpeada y asfixiada

Las forenses señalan que Cristina B. M. presentaba más de 60 heridas de arma blanca, siete de ellas mortales

Miembros de la Policía Nacional entrando en el patio de Conde Altea

Miembros de la Policía Nacional entrando en el patio de Conde Altea / Eduardo Ripoll

Marina Falcó

Marina Falcó

«Hubo mucha violencia traumática: mucha pérdida de sangre, trauma en el cerebro, asfixia... Cada una de estas causas podría haberle generado la muerte». Así se expresó durante la cuarta sesión del juicio del crimen de Conde Altea una de las médicas forenses que realizaron la autopsia al cadáver de Cristina B. M., asesinada por su entonces pareja, el abogado Alberto L. H.

La declaración de las forenses ha sido muy clara con respecto a la brutalidad del crimen: más de 60 heridas de arma blanca repartidas por el cuerpo; siete de ellas mortales, entre ellas la que le atravesó el cráneo, ya que alcanzaron órganos vitales como el cerebro, el hígado y los pulmones. Solo detrás de la oreja derecha, la autopsia reveló que la joven recibió 20 cuchilladas. 

También sufrió numerosas contusiones en la cabeza y en la cara perpetradas con una piedra y presentaba signos inequívocos de que fue asfixiada

Y a pesar de todas esas brutales agresiones, «Cristina luchó por su vida, se defendió», sentenció la doctora. Pero la defensa de la joven distó mucho de ser activa, la víctima solo pudo interponer los brazos y las manos entre su cuerpo y las cuchilladas que le estaba asestando Alberto. «Estas heridas propias de defensa eran muy llamativas, pero porque eran muchas», señalaron las expertas.

Durante las declaraciones de las forenses y de un subinspector de la Policía Científica que ha prestado declaración esta mañana explicando y mostrando fotografías de la escena del crimen, se pudo ver cómo el acusado, que hasta el momento había permanecido inalterable durante todas las sesiones del juicio, comenzó a temblar visiblemente.  Posiblemente al revivir la agónica y brutal muerte que le provocó a la que en algún momento de la investigación se refirió como "la mujer de mi vida".