Joaquín Ferrándiz sale hoy de prisión sin arrepentirse de sus cinco asesinatos

Joaquín Ferrándiz no podrá acercarse a Castellón, Benicàssim, Onda y Vila-real en cinco años

Cuando JFV fue detenido y entró en la cárcel tenía trenta y tantos. Hoy ya ha superado los 60 años. Una de las imagénes más codiciadas era la última, la actual, la de ese hombre que saldrá hoy de la cárcel.

Cuando JFV fue detenido y entró en la cárcel tenía trenta y tantos. Hoy ya ha superado los 60 años. Una de las imagénes más codiciadas era la última, la actual, la de ese hombre que saldrá hoy de la cárcel. / Mediterráneo

Mònica Mira

¿Reconocería a JFV si me lo cruzase por la calle? Puede que esa pregunta esté en mente de muchas personas desde que comenzó a difundirse la noticia de que el asesino en serie de Castellón liquidaba su pena este mes de julio. Hoy, de hecho, es el día del que tanto se ha hablado. Joaquín Ferrándiz Ventura, el hombre detrás del asesino, es libre.

Y ante esta evidencia, resulta complicado evitar la inquietud de pensar que uno pueda estar sentado en una cafetería, en el autobús o en la sala de espera del médico junto a alguien que golpeó y estranguló hasta la muerte a cinco mujeres sin que explicara sus motivaciones. Un temor legítimo que, en buena medida, no es tenido en cuenta por los procesos de reinserción de los presos.

Joaquín Ferrándiz sale hoy de prisión sin arrepentirse de sus cinco asesinatos

Joaquín Ferrándiz sale hoy de prisión sin arrepentirse de sus cinco asesinatos / mònica mira. castellón

Es probable, al menos así lo defienden, que durante su reclusión se ayude al criminal a prepararse para volver a la sociedad. Pero, ¿se prepara a la sociedad para recibirlo como alguien liberado de su culpa? No son pocos los expertos en criminología que contestan a la segunda pregunta con un rotundo no.

Han pasado 25 años en los que, salvo por los permisos autorizados que se correspondían con su condena y su buen comportamiento entre rejas, este hombre ha estado recluido de forma permanente en un centro penitenciario. Son contadas las personas que han asistido a su evolución: ¿Cómo ha envejecido?, ¿qué aspecto tiene?

¿Qué queda del asesino?

Este periódico ha tenido acceso a una fotografía muy reciente, la de un hombre de 60 años con rasgos inevitablemente muy parecidos que recuerdan a quien fue cuando lo detuvieron y su imagen pasó a ser de dominio público. Conserva la misma mirada pero es distinto, tanto como para pasar desapercibido ante alguien que no esté muy familiarizado con su aspecto.

Sobre la persona que es hoy, sin embargo, hay una duda que no la puede resolver una fotografía. ¿Cómo ha afectado a JFV su vida en la cárcel?, ¿ha cambiado desde un punto de visto psicológico y emocional? En pocas palabras, los 25 años apartado de la sociedad ¿le han quitado las ganas de repetir la experiencia de matar?. Su casa el último cuarto de siglo han sido dos prisiones. Tras su condena ingresó en Alcalá Meco. Lo ubicaron en el módulo de protegidos, donde destinan a los reclusos que han cometido delitos de especial gravedad y que pueden ser amenazados o agredidos por otros reos.

Allí compartió celda con Arlindo Luis Carvalho, el violador de Pirámides, condenado como autor de 33 agresiones sexuales. Este, en 2017 salió en libertad y pidió perdón a sus víctimas. JFV todavía no lo ha hecho, al menos que se sepa.

Durante los primeros años de condena accedió a un curso de psicología y pidió un ordenador portátil para continuar escribiendo un libro que empezó a redactar cuando estuvo encarcelado en Castellón.

Todos los domingos, recibía la visita de su madre, Asunción Ventura, que incluso buscó una vivienda en la capital de España para estar más cerca de él. Dice Carmen Balfagón, decana del colegio de Crimonólogos de Madrid que en su momento tuvo la oportunidad de entrevistarlo en la cárcel, que «es un hombre muy bien educado» y que en gran medida fue gracias a ella, a su dedicación, «se molestó en educarlo» prácticamente en soledad, en ausencia de su padre, marino mercante.

‘Pruebas’ de libertad

En 2005 cambió a la cárcel de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, de la que hoy saldrá en libertad. En estas instalaciones pudo conocer al asesino de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, el británico Tony King, o Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta del Castillo, con quien, según cuentan, hizo buenas migas. Así lo aseguró, al menos, un exrecluso en el programa Equipo de investigación dedicado a Ferrándiz.

Ha disfrutado de permisos. El último esta misma semana, poco antes de su liberación definitiva. En varias ocasiones se ha dicho que su intención es instalarse en el extranjero. La sentencia le impide acercarse durante cinco años desde su puesta en libertad a Castellón, Benicàssim, Onda y Vila-real, los lugares donde aparecieron los cuerpos de sus víctimas. Pero por el bien de su reinserción, ningún rincón de la provincia, incluso del territorio nacional, donde se le conoce sobradamente, serían un buen destino de residencia.

«He de recordar a todos que puede volver a matar»

Hace pocos días, el teniente jefe de la Guardia Civil a cargo de la investigación y posterior detención de Ferrándiz, Antonio Tena, afirmó sin cortapisas que no hay posibilidad de reinserción. Abogaba por la cadena perpetua como única opción razonable para los delitos de sangre y dudaba de que esté arrepentido de lo que hizo. Víctimas fueron Sonia Rubio, Natalia Archelós, Francisca Salas, Mercedes Vélez y Amelia Sandra García. Por supuesto, Miriam y Lidia, sus dos supervivientes, que deben de estar viviendo con especial tensión estos días. Pero también sus familiares.Así lo reconocía Jaime García, hermano de Sandra. Este afirmó que afronta este momento con «mucha impotencia, es una injusticia tremenda y, además, me siento muy solo en esto». Aseguró que ha asumido una misión, la de «recordar a todos lo que hizo y avisar de que puede volver a matar» .