¿Qué diferencia al ecosistema valenciano de 'startups' del de Madrid y Barcelona?

La madurez. En Barcelona empezó hace veinte años y en Madrid hace quince. Nosotros nos hemos empezado a poner en serio hace siete. La madurez condiciona el tamaño de las compañías y el volumen de inversión que atraen las startups.

¿Cómo está València con respecto a España?

Somos el 15 % del tamaño del ecosistema español y el 7 % en cuanto a inversión porque estamos bastante por detrás de Madrid y Barcelona. Eso tiene que ver con la madurez.

¿Qué potencial tiene la ciudad?

Tiene un potencial enorme. Por el carácter del emprendedor valenciano y por el talento que tenemos. En València hay ingenieros, que al final es de lo que se nutren las startups, y además los salarios no son altos. Un ingeniero bien pagado en València tiene un salario bastante inferior al que percibiría en Londres, en Madrid o en Barcelona. Eso es una ventaja competitiva. Al final, el factor que tenemos que medir es el coste de la vida.

¿Está viniendo gente de fuera a instalarse en València?

Sí. Están viniendo ingenieros y emprendedores. Eso a pesar de que no ha habido una llamada institucional. Simplemente ha habido gente que porque han hecho el 'erasmus' aquí o porque conocen a alguien que ha estado en València se han dado cuenta de que esto se parece a la tierra de los sueños.

¿Qué le falta a València?

Nos falta tiempo y en eso, desgraciadamente, no podemos apretar. Eso es la madurez. No te puedes saltar las etapas de la adolescencia. También falta capital en las fases iniciales. En València seguimos teniendo una enorme desconexión del empresario tradicional, que no está invirtiendo en estas compañías. Si no inviertes en las fases iniciales hay menos compañías en fases maduras. También faltan incentivos a la inversión.

¿Cuál es el principal problema de las 'startups' valencianas?

La falta de clientes. Es un problema que tenemos en València y en el resto de España. Tenemos un mercado de un tamaño interesante para construir negocios buenos, pero no enormes. El principal problema de las startups es encontrar clientes que paguen por su producto.

¿Qué tasa de supervivencia tienen las 'startups' valencianas?

Algo mejor que las del resto de España. Uno de los efectos positivos de la falta de capital en las fases iniciales es que las compañías se tienen que centrar en facturar antes.

¿Cuántas son viables?

Lo que decimos los inversores es que de cada diez operaciones nueve no salen. Eso es desde el punto de vista del inversor. Desde el punto de vista de las startups, de cada diez compañías que se lanzan tres o cuatro cierran, otras tres o cuatro se convierten en negocios que no han llegado a escalar pero son sostenibles y una o dos suelen alcanzar enormes cotas de crecimiento.

¿Qué mejoras puede introducir la Administración?

La más importante tiene que ver con una regulación correcta de las stock options (pagar con acciones de la compañía). El mayor problema que tienen las compañías para contratar talento es la falta de dinero para pagarlo. En todo el mundo se paga con stock options. En España cuando pagas al empleado con stocks options le generas un problema fiscal. Otra medida interesante es favorecer fiscalmente la inversión. También es importante mejorar la formación científica. A nivel local también es importante trabajar la concentración. Concentrar toda la oferta de startups en un solo sitio ayudaría mucho. Ahora se está empezando a ver que en la Marina de València se está desplegando un hub, que empezó con el trabajo de Lanzadera e Insomnia y que cada vez tiene más compañías.

Ahora el Consell quiere potenciar un centro de innovación en Alicante, ¿puede ser un problema?

No. Todo el mundo quiere tener un hub emprendedor. Todo el que tenga un poco de cultura sabe que un hub emprendedor acaba generando mejores compañías dentro de la ciudad. Yo creo que el hub de Alicante ha sido una buena idea.

¿Tiene España opciones de convertirse en una 'startup nation' o nación emprendedora como quiere el Gobierno?

Yo creo que sí. Tenemos los mimbres. Yo conozco el caso de Israel, que inspiró esta idea, y lo tenemos todo. Al final se trata de no ser tibio. Si quieres ser una startup nation tienes que poner toda la carne en el asador porque va a ser algo que tardará. Es necesario un pacto de Estado en el que durante 10 año se invierta sin cuestionarlo.

¿Cómo es el caso de Israel?

Es un caso atípico. A mí me decían: «Mira nosotros tenemos un mercado local muy pequeño (algo más de siete millones de personas) y un mercado regional en el que no nos llevamos bien con nuestros vecinos, y solo tenemos piedras y personas. Tiene todo el sentido del mundo que montemos un ecosistema enfocado al talento y a competir de forma global». Por eso se han centrado en la inversión en tecnología y startups. Nosotros tenemos una economía muy rica y diversificada. Yo no creo que haya que hacer una apuesta tan fuerte como Israel. Las startups no van a salvar la economía, pero en los ecosistemas más maduros se ve cómo las empresas tecnológicas entran en relación con las grandes corporaciones y empiezan a inyectar tecnología y nuevos métodos de trabajo. Así son más competitivas.

Eso ya está pasando con Aguas de Valencia (Global Omnium).

Correcto. Aguas de Valencia es un ejemplo de una compañía que a priori está en un negocio poco sexy y poco tecnológico y que de repente tiene una visión muy clara de que el negocio sí que es tecnológico y decide apostar por ello. Es uno de los grandes casos de éxito.

¿Cuánto se puede ganar invirtiendo en una 'startup'?

Se puede ganar mucho si se invierte de una manera sensata, diversificada y muy deliberada. Las startups son activos con un alto potencial de retorno y un alto riesgo. El riesgo es cierto y el retorno es potencial. Nueve de cada diez compañías no son buenas inversiones. Además, en las que van bien tardas entre cinco y siete años en recuperar la inversión. Eso obliga a ser muy cerebral. El problema que vemos con los empresarios que invierten es que conocen a algún emprendedor con una visión disruptiva del mundo. Deciden ir a muerte con él. Hacen una inversión muchísimo más grande de la que deberían haber hecho. Repiten una o dos más y se dan cuenta de que pasan los años y no han recuperado el dinero. No solo se desencantan sino que consideran que esto de las startups es un timo. Aquí hay que tener en cuenta que como mínimo debes hacer diez inversiones.

¿La inversión en 'startups' es para todo el mundo?

No. Hay que invertir lo que te puedas permitir perder. Es algo de mucho riesgo.