Alicante pierde la mitad de cosecha en una década

Viñedos cultivados en vaso en la DOP Alicante.

Viñedos cultivados en vaso en la DOP Alicante. / Urban

Vicente Morcillo

Vicente Morcillo

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Alicante ha hecho públicos los datos de la campaña de vendimia de este 2023, que arroja una cifra de uva sensiblemente inferior a la del pasado 2022. El organismo regulador cifra en algo menos de diecinueve millones de kilos de uva (18.853.000 kilos) la cosecha de uva para vinificación, lo que representa una merma de casi el 30% respecto a la campaña de 2022, que, con veintiséis millones, ya fue baja. Más llamativa es la diferencia si nos remontamos a diez años atrás, en 2013, cuando se vendimiaron algo más de cuarenta millones de kilos de uva.

La prolongada sequía durante los meses de verano y la reducción de parcelas fértiles han sido los principales factores que han influido en este recorte de la campaña, que pese a su merma ha tenido una altísima calidad.

La campaña ha sido excepcional por las dificultades para hacer más uva, "pero no más calidad, ya que el grado alcohólico ha subido unas décimas a 13,41 grados baumé y así se han registrado parámetros muy buenos en uvas blancas y tintas". Se trata de "una lástima que atravesamos este momento de calidades tan buenas, pero se dificulte tanto el trabajo con periodos de sequía tan largos”, indica el presidente del Consejo Regulador, José Juan Reus.

Al grave periodo de carestía hídrica hay que añadir que hay agricultores que incluso teniendo sus parcelas activas “no han recogido uva al tener apalabradas sus fincas dentro de proyectos de placas solares en la zona del Vinalopó”, indican algunos técnicos del sector y pese a que algunos proyectos no han sido autorizados o están parados. “O algunos que ya nos han dicho que es su última cosecha”, remarcan.

Por comarcas, es en el Vinalopó medio donde se reúne el 54% de la producción seguido del Vinalopó Alto con el 30% y la Marina Alta con un 14%. El resto de distribuye entre zonas de montaña del Comtat, Alcoiá o la Marina Baja. Casi el 70% recogido procede de variedades tintas y el resto de blancas como la Moscatel.