Tan distantes en asuntos personales, los expresidentes del Valencia Juan Bautista Soler y Vicente Soriano coincidieron ayer en sus respectivas declaraciones como testigos por el caso Noós: abonaron 50.000 euros, en nombre del Valencia, a la fundación de Iñaki Urdangarín con la mediación de la Generalitat Valenciana, entonces presidida por Francisco Camps. Pese a responder ante el juez el mismo día, ambos no se encontraron físicamente en el que hubiese sido su primer encuentro desde que el constructor fue acusado de intento de secuestro a su sucesor en el cargo. Mientras Soriano declaró de forma presencial en los juzgados de Palma de Mallorca, Soler, delicado de salud, lo hizo por videoconferencia desde Valencia. Ambos defendieron, por separado, que los 50.000 euros que el Valencia „cuando Soler presidía el club y Soriano ejercía de vicepresidente„ abonó al Instituto Noós fue por un patrocinio que repercutió en publicidad para la sociedad deportiva.

Soler, como ya dijo en su primera declaración en 2012, siguió la misma línea de otros empresarios cuestionados. La figura del Duque de Palma, yerno del rey emérito Juan Carlos, fue decisiva. Pese a que el club estaba en pérdidas, dijo, se vio «obligado» a pagar por la presencia de Urdangarín. El exdirigente explicó ayer al juez que asistió a una reunión en la sede del club, organizada por Soriano, en la que el marido de la infanta Cristina le pidió colaboración de la entidad para los foros sobre deporte Valencia Summit, aunque no le solicitó ninguna cantidad concreta. «Les dije muy claro que no teníamos dinero», incidió el testigo, que finalmente decidió contribuir como patrocinador mediante la inclusión del escudo del equipo en carteles anunciadores del foro a cambio de 50.000 euros. «Era prácticamente el precio de un anuncio de una página en un periódico local un domingo», argumentó Soler, que definió a Urdangarin como «una persona a la que se respetaba por ser quien era y por haber sido deportista de elite».

Soriano, vicepresidente del Valencia CF cuando se formalizó aquel acuerdo, coincidió con Soler en que el patrocinio tuvo una repercusión positiva para el club: «La publicidad siempre es buena».

También ha ratificado que Urdangarin no solicitó ninguna aportación concreta a la entidad deportiva y declaró que su papel en el acuerdo fue el de «mediador social».

Por la misma causa declaró en su día el expresidente del Villarreal, Fernando Roig, que llegó a pagar 690.000 euros al Instituto Noós por un informe de 11 páginas, plagiado de internet, «porque era Urdangarín» el mediador.