A la búsqueda del gran tesoro, de la entrada para la decimoctava final de Copa del Valencia, que buscará su noveno título de la competición frente al Betis, que anoche eliminó al Rayo Vallecano. La próxima semana se confirmarán los cupos de entrada, pero es muy probable que cada club finalista cuente a su disposición con el 40% del aforo, mientras que el 20% lo administraría la Federación Española. Contando con el cordón de seguridad de butacas libres, el valencianismo contaría con aproximadamente 23.000 aficionados.

A la espera de que el Valencia comunique el método por el que repartirá las entradas, el precedente de la final de 2019 frente al Barcelona en el Benito Villamarín puede ser indicativo, ante la similitud del aforo (60.000 asientos) respecto al estadio de La Cartuja, con capacidad para 58.000 espectadores. Por entonces, el Valencia otorgó entradas por sorteos y por convenios. A la Agrupación de Peñas les correspondieron 3.400 y a la Asociación del Pequeño Accionista, 690. Los sorteos entre aficionados se efectuaron con el criterio de asistencia y fidelidad. Primero los abonados con más de 5 años de antigüedad y que hubiesen acudido al 85% de los encuentros. En el siguiente sorteo entraron aquellos que cumplían una de las dos condiciones mencionadas.