Los ingresos de TV caen en 23,5 millones en tres campañas con la debacle deportiva

La crisis deportiva crónica del Valencia desde 2019 mengua en más de un 28% la principal vía de ingresos del club, compensada con la reducción de masa salarial del primer equipo en más de 24 millones desde la 20/21

Peter Lim, en un 
Manchester United-Valencia
de 2018. |   F.CALABUIG

Peter Lim, en un Manchester United-Valencia de 2018. | F.CALABUIG / Vicent Chilet

Vicent Chilet

Vicent Chilet

El empobrecimiento galopante de los resultados deportivos, con tres años seguidos sin participar en competiciones europeas y sin perspectivas a corto plazo de mejorar en ese apartado, genera en el Valencia una dependencia cada vez mayor de los derechos de televisión. Sin embargo, este pilar presupuestario continúa su tendencia a la baja, castigado precisamente por las consecuencias de cada clasificación deportiva del primer equipo, más el descuento de los intereses del préstamo de CVC.

Entre la temporada 20/21, en la que se recaudaron 83,2 millones de euros, y el curso 22-23, con 67,8 millones euros, los derechos de televisión han descendido en 15,4 millones. La previsión para la presente campaña confirmará más el descenso, hasta los 59,7 millones. Es decir, en tres años, la principal vía de ingresos del Valencia de Peter Lim habrá bajado en un 28,2%.

Tal como aparece apuntado en la página 1 del Informe de Gestión del club de Mestalla, «los ingresos por retransmisión del ejercicio 2022/2023 se han obtenido por importe de 67,8 millones de euros, se han visto reducidos en 3,1 millones de euros respecto al ejercicio anterior, con una reducción del 4,3%. El principal motivo de dicha reducción ha sido, por un lado, la firma del acuerdo con CVC y, por otro, la clasificación deportiva y la reducción de audiencias (...)».

El cálculo de los derechos de retransmisión televisiva desde de LaLiga parten con el 50% del paquete global dividido a partes iguales entre todos los equipos de primera división. El 50% restante se divide en dos partes. Un 25% por la implantación social de cada club. En un tercio de ese apartado se pondera la recaudación por abono y taquillas, mientras que los otros dos tercios se dividen entre las audiencias y el grado de colaboración de cada club. El último 25%, el que cada año penaliza más al Valencia, se mide por los resultados deportivos. El campeón de Liga se lleva un 17% de ese total y el colista un 0,25%. Por la decimosexta plaza de la temporada pasada, al Valencia le corresponde un 1,25% de esa partida, 4,4 millones de euros que se cobrarán a lo largo de cinco temporadas y de la siguiente manera: 35%, 20%, 15%, 15% y 15%.

Por consiguiente, esta temporada al Valencia le corresponde un 35% de los 4,46 millones por quedar 16º. Y además cobrará el 20% de la novena plaza de la 21-22, un 15% de la decimotercera plaza de la 20-21, un 15% por ser noveno en la 19/20 y el 15% del último pellizco de la cuarta plaza conquistada en la 18-19.

Principal aval en los préstamos

Además del 10,95 % de los intereses que ya se descuentan por el préstamo de CVC, sobre los derechos de televisión descansan varias de las principales garantías del club con sus acreedores. La deuda de 77,5 millones con Caixabank, con vencimiento en junio de 2029, presenta como garantía la hipoteca del actual Mestalla y el 43,3% de los derechos de TV.

En el préstamo de Rights & Media, al que se recurrió para hacer frente al pasivo circulante (los pagos a corto plazo por falta de liquidez) y de los que se adeudan 33,8 millones, tienen como aval los derechos de televisión hasta la temporada 25/26, cuando vence el préstamo, así como el fondo de rescate televisivo en caso de un eventual descenso de categoría.

Además, los 7,2 millones de los pagarés de las fichas de los jugadores presentan también la garantía del 7,5% de la TV. En resumen, sin mejoría deportiva la principal partida de ingresos mengua cada temporada y además es la garantía de varios de los préstamos que tiene el club.

La plantilla asume la reducción de TV

La progresiva reducción de ingresos del Valencia, multiplicada desde el año 2019 por la gestión deficitaria de Peter Lim, ha tenido una consecuencia directa en la merma de la calidad de la plantilla, que es la que asume principalmente la caída de ingresos. Así se aprecia en la evolución paralela entre los derechos de televisión y la masa salarial del primer equipo. En la temporada 20/21, los ingresos de TV eran de 83,2 millones y el sueldo de la plantilla deportiva de 84,6 millones. En la 21/22, la TV bajó a los 70,8 millones y el sueldo del equipo a 81,6. La temporada pasada, se ajustó más el cinturón al primer equipo con una masa salarial de 71,6 millones para compensar la bajada de los ingresos de televisión hasta los 67,8 millones.

Para el presupuesto de la 23/24, ambas partidas aparecen prácticamente equilibradas. La previsión de 59,7 millones por televisión se asume con la bajada de más de 11 millones del sueldo del primer equipo, hasta 60,3 millones. La masa salarial de la plantilla se ha reducido en 24 millones para compensar el bajón del ingreso televisivo.