M. V., Valencia

Una "tela de araña" de 130 kilómetros conectará en breve todos los barrios de la ciudad y tejerá una red de viales donde las bicicletas tendrán uso preferente, tal como anunció ayer la alcaldesa, Rita Barberá, y el concejal de Tráfico, Alfonso Novo, que ha bautizado la iniciativa como Plan de Desarrollo de Itinerarios Ciclistas.

El planteamiento de esta especie de malla viaria paralela es intercomunicar los carriles-bici que ya existen con los que está previsto construir a través de una treintena de ciclocalles. Esto es, vías donde la prioridad la tendrán los ciclistas en lugar de los conductores de automóviles o motocicletas que, además, en caso de que deseen circular por estas calles, deberán reducir su velocidad hasta un máximo de 30 km/h.

De esta forma todo el casco urbano de Valencia quedará conectado entre sí mediante un circuito exclusivo para vehículos no motorizados que, según la previsión municipal, la primavera próxima estará en funcionamiento. De hecho, el consistorio ha ideado este sistema para dotar a la ciudad de una infraestructura adecuada de cara al futuro servicio de alquiler de bicicletas. "Si el sistema resulta un éxito, como prevemos que sea, será necesario que haya una infraestructura adecuada, ya que el carril-bici sería insuficiente", explicó Novo. Y es que "actualmente existen muchos carriles-bici que no están conectados entre sí y que no acaban en ninguna parte, tal como reconoció la alcaldesa. Se trata, por tanto, de dar por fin entidad a la red viaria para ciclistas y fomentar así la utilización de este medio de transporte.

De momento, ya ha comenzado la adecuación de las ciclocalles -Sancho Tello ya tiene tal consideración- con el pintado de la calzada y la instalación de la señalización vertical. El consistorio estima que el tiempo que invertirá en este proceso será "escaso", puesto que "tan sólo se trata de arreglar unas vías que ya están hechas".

Modelos y zonas de influencia

La tela de araña para ciclistas que se planea en Valencia está basada en la que ya existe en San Sebastián -al parecer, incluso los colores de la pintura de la calzada son idénticos- y se inspira en la propuesta que Valencia en Bici presentó al ayuntamiento el pasado mes de mayo, que es prácticamente idéntica al plan presentado ayer por la alcaldesa y el edil de Tráfico.

En el caso de Valencia, los itinerarios propuestos hacen especial hincapié en los alrededores del centro histórico -adonde se extiende la Zona 30 hasta ocuparlo por completo, a excepción de determinadas vías principales como la calle de La Paz-, en las conexiones entre barriadas y en el cierre de la ronda exterior, tal como detalló Alfonso Novo.

El plan ciclista, calificado ayer por Barberá como un proyecto "bonito, ambicioso, práctico y de futuro", supondrá una inversión municipal de tres millones de euros y traerá aparejado la instalación de 2.000 plazas de aparcamiento para bicicletas y la edificación de 17 kilómetros más de carril-bici.