En principio estaba previsto aumentar su protección, pero ha ocurrido todo lo contrario. En la aprobación del Catálogo Estructural de Bienes Protegidos que le ha remitido el ayuntamiento a la Conselleria de Cultura cinco monumentos o espacios declarados Bien de Interés Cultural (BIC) con expedientes incoados sobre su entorno desde hace años -y con su ámbito de delimitación publicado- aparecen ahora como propuesta para bajar de categoría y ser Bienes de Relevancia Local (BRL). Y es que para ellos, el ayuntamiento no ha previsto ampliar la protección de su entorno, ni mucho menos. Concretamente se trata de la Cárcel de San Vicente, el Jardín de Ayora, Marqués de Huarte o Penalba (Banco Urquijo, en la calle Pintor Sorolla), la Torre de San Bartolomé (en la calle Serranos) y el Palacio de Cervellón (que es de propiedad municipal y alberga el archivo histórico, en la plaza Tetuán).

De esta forma, estos cinco monumentos -que debían pasar según las previsiones a tener su entorno protegido al contar con los expedientes iniciados desde hace años- bajarían ahora, de BIC a BRL, a pesar de que la competencia sobre la incoación o declaración BIC de un monumento y su entorno es de la Conselleria de Cultura y no del ayuntamiento, según denuncia el concejal socialista, Vicent Sarriá. Además, desde el PSPV aseguraron que el ayuntamiento acumula trece años de retraso en la aprobación de los planes de entornos de BIC.

La ley 4/1998 de 11 de junio del Patrimonio cultural valenciano establece en su artículo 34 la "obligación para los ayuntamientos" de redactar un Plan Especial de Protección del Entorno de cada uno de los BIC, en el plazo de un año desde la declaración de protección del mismo. Fue en octubre de 2002 cuando se acordó elaborar estos planes en aras de "garantizar la conservación del patrimonio histórico cultural y artístico" de la ciudad. Sin embargo, la adjudicación del proyecto -para la redacción de 55 Planes Especiales de Protección de entornos BIC-no llegó hasta 2008. Finalmente -y dada la proximidad de algunos monumentos cuyos entornos se solapan- el proyecto adjudicado se ha concretado en la redacción de nueve planes especiales para 49 BIC, tras la propuesta municipal de rebajar la catalogación de los 5 monumentos mencionados de BIC a BRL.

El presupuesto para redactar estos planes de protección del entorno es de 133.000 euros y el plazo de ejecución para redactarlos, de ocho meses, desde que se licitara. Actualmente solo hay dos en fase de tramitación (el de la iglesia parroquial de nuestra Señora de la Misericordia de Campanar y el de la Roqueta, que se aprobó en el pleno del 30 de septiembre).

"Desidia" municipal

Para el edil Vicent Sarriá la "desidia" del ayuntamiento en la protección del patrimonio "no responde a un problema de financiación" ya que "es evidente que en estos 13 años se ha podido disponer de los 133.000 euros que se invierten en la redacción de los proyectos".

Para Sarriá la justificación del retraso es bien diferente, y responde a que "esta figura legal de los Planes Especiales del entorno de los BIC supone un aspecto clave para su protección pues afectan a su régimen urbanístico, espacio público, determinaciones de orden gráfica e incluso regulación de los publicidad exterior en sus entornos".