"Esto tolerable no es, no es la primera vez que pasa y esto se convierte en una batalla campal, dejan el barrio arrasado". Así de contundente se mostraba Jesús Vicente Andrés, presidente de la Asociación de Vecinos del Grao, al ser interpelado por la fiesta de los estudiantes en el solar de Adif.

Aunque esté año esté más organizado y el recinto sea cerrado, los vecinos no creen que haya mucha diferencia con la fiesta de hace dos años, cuando "todos los alrededores estaban a tope de gente que no podía entrar y las calles se llenaron de vómitos, vidrios y orines". "Esto fue un desastre", asegura.

Los vecinos, además, han quedado completamente fuera de la organización. Nadie les ha dicho nada ni les ha consultado nada, de manera que en los próximos días enviarán un escrito al Ayuntamiento de Valencia para mostrarle su disgusto. "Nos tememos que esto se convierta en una costumbra y el macrobotellón, que no lo quieren en ninguna parte, nos lo traigan aquí".

Por parte de la Delegación de Alumnos, sin embargo, Antonio de Hoces asegura que se ha pensado en todo para no molestar a los vecinos. Forzaron que se pudiera entrar bebida para evitar consumo fuera y prolongaron el horario hasta las 10 de la noche "para que la fiesta muriera dentro".

El representante estudiantil quiere que sea un evento atractivo para los estudiantes, con seguridad y control, y no un macrobotellón puro y duro. Y quieren que "cambie también el concepto de los estudiantes para que nadie tenga que quejarse". Ni quieren dañar su imagen ni la de la Universidad, afirma.