Cientos de personas recibieron ayer en la Marina Real Juan Carlos I al Negret, el Cristo del Grao, de cuya llegada por mar se conmemoró el año pasado su 600 aniversario. La figura entró al puerto en un barco, para recordar así ese caluroso 14 de agosto de 1411 cuando el Cristo llegó flotando desde el mar y acabó, tras disputas entre los vecinos, en su actual ubicación en la parroquia de Santa María del Mar, junto a la avenida del Puerto. Los fieles dieron la bienvenida a la talla entre vivas y oraciones antes de acompañarla en su vuelta a la iglesia que la guarda.

Había expectación para ver, como cada año, la llegada del Negret, aunque menos que el año pasado, cuando una multitud se congregó para contemplar el recibimiento que excepcionalmente le brindó la Verge dels Desamparats, que acudió al puerto para ofrecer una imagen única -dos de las tallas más veneradas de Valencia, juntas- con motivo del sexto centenario de la primera arribada. Sin embargo, la emoción de los vecinos del Grao se volvió a desbordar ayer cuando el Cristo tocó tierra, antes de la bendición a gente de mar. Después, la figura volvió a la parroquia en una procesión en la que estuvo acompañada de cientos de fieles. Al llegar allí, fue entronizada.

El día grande de las festas será mañana, cuando habrá tres misas, una de ellas presidida por el arzobispo Carlos Osoro, así como una procesión con la talla del Negret bajo palio.