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¿Cómo se explica a un turista qué es el «Assut de l´or»? Difícil papeleta la que tenían ayer los guías que llevaron a los casi 10.000 turistas que bajaron de los tres «macrocruceros» que atracaron en el puerto a dar un paseo por Valencia. La inmensa mayoría de ellos eran personas mayores que disfrutaron de un agradable recorrido por la ciudad de casi cuatro horas a bordo de un centenar de autobuses. Los pasajeros del «Queen Mary 2», el «Costa Pacífica» y el «Adventure of the Seas» abarrotaron durante unas horas el centro histórico, que volvió a los mejores días de un verano turísticamente muy exitoso.

Explicar la Ciudad de las Artes y las Ciencias era solo uno de los cometidos de los guías que ayer a las 8.30 horas recogieron a los primeros cientos de turistas, que bajaron del «Queen Mary 2», el crucero más lujoso del mundo, con puntualidad británica. No en vano esa era la nacionalidad predominante en el buque, junto a la estadounidense y la australiana. La primera parada del recorrido fue el complejo ideado por Santiago Calatrava. «Muchos me preguntan cuál es la rentabilidad de este proyecto, sobre todo los americanos», explicaba una guía, que matizaba que la rentabilidad económica «se mide en marketing».

Tras Cacsa, la siguiente parada es el centro de Valencia. Tras un recorrido por la Plaza Redonda, se tomaron una horchata y después visitaron la Catedral, para más tarde tener una hora libre. Los cruceristas fueron recogidos en las Torres de Serranos a las 13 horas. Los recorridos de los pasajeros otros barcos no difirieron en mucho a los que realizaron los del «Queen Mary 2».

«Vamos un poco rápido, pero así al menos podemos verlo todo», decía una pasajera estadounidense, que tuvo que retrasar una visita al servicio hasta llegar al centro para no perder el autobús. «Maravilloso, precioso», decían otros muchos, que no salían de su asombro en Cacsa o incluso en el centro de la ciudad, que con su aire antiguo y medieval cautivó sobre todo a los viajeros procedentes de Estados Unidos.