Sobre la arena caliente, por culpa de la fuerza con la que ayer se aplicaron los rayos del sol, decenas de fieles procesionaron ayer por la playa del Cabanyal siguiendo la estela del Cristo del Salvador, que como cada Viernes Santo, ayer visitó la orilla valenciana del Mediterráneo. Entre toallas, gafas de sol, chanclas y botes de crema bronceadora, la pesada cruz del Cristo se hizo un pasillo hasta las olas, cumpliendo el ritual de la marcha procesional en honor a todos los fallecidos en el mar.

Desde primera hora de la mañana, antes de las 8.00 horas, la devoción se hizo presente en las calles del Marítimo en uno de los días grandes de la Semana Santa Marinera. La Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador llevó su imagen titular, el Santísimo Cristo del Salvador una obra del escultor José Estellés, 1940, hasta el domicilio en el que se encuentra el Santísimo Cristo del Salvador y del Amparo de Francisco Teruel, 1943, imagen titular de la Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador y del Amparo.

En este punto, situado en la calle Reina nº102, se produjo el tradicional «Encuentro de los dos Cristos», a partir del cual procesionaron de forma conjunta hasta la calle Doctor Lluch, en la que cada uno tomó un camino diferentes.

En el caso del Santísimo Cristo del Salvador, la imagen se trasladó hasta la orilla de la playa, donde se rezó una oración por los difuntos en el mar y se depositó una corona de laurel, momento protagonizado por dos mujeres que representaban al personaje bíblico de María.

No obstante, no fue este el único acto de la mañana del Viernes Santo en la Semana Santa Marinera. Al mediodía se llevó a cabo el traslado del Santísimo Cristo del Salvador y del Amparo al mar, para elevar una oración por todos los difuntos vinculados con la Semana Santa Marinera, por la paz en el mundo y por todos aquellos que han perdido la vida en el mar.

Antes, a las 10.00 horas se inició el Vía Crucis de las hermandades adscritas a la parroquia Nuestra Señora del Rosario en total nueve hermandades, encabezado por el Santísimo Cristo del Buen Acierto. En el recorrido de esta marcha se produjeron dos momentos emotivos para los participantes: en las confluencias de las calles José Benlliure y Arcipreste Vicente Gallart, el Encuentro entre Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad; y en la avenida Mediterráneo, la representación viviente del Paso de la Verónica.

De forma paralela se celebraba el Vía Crucis de la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, con diez hermandades. El Encuentro entre Cristo y su Madre (calle Escalante), el Paso de la Verónica (calle Escalante) y el Descendimiento del Señor en la misma puerta del templo, concentraron, de nuevo, a gran multitud de fieles.

Las cinco cofradías de Cristo Redentor-San Rafael realizaron su Vía Crucis con el Santísimo Cristo del Salvador, con el Encuentro entre la Madre y el Hijo y el del Nazareno y la Verónica.

En Santa María del Mar, con seis hermandades, se realizó el Encuentro de Jesús con su Madre. El Descendimiento y el Sepulcro se escenificaron dentro del templo.

Por último, la Pontificia y Real Hermandad del Santísimo Cristo de la Concordia también llevó a a cabo el acto del Descendimiento dentro de las paredes de la parroquia.