Alarma entre los dueños de perros en el barrio de la Font de Sant Lluís, en Quatre Carreres. Al menos cuatro perros han muerto en las últimas semanas tras ingerir carne envenenada colocada en un jardín entre la calle Arabista Ambrosio Huici y la avenida Ambrosio Huici.

Un vecino halló el pasado viernes una bolsa con huesos animales, restos de comida, llenos de una sustancia «amarilla pulverulenta, que parece ser veneno», tal como figura en la denuncia presentada ante la Policía Nacional a la que ha tenido acceso este diario. Junto a la comida se encontraba un balde de agua, «para que los animales una vez ingerida la comida envenenada beban y se expanda más rápidamente la sustancia».

Según Modepran, empresa que gestiona el refugio municipal en Benimàmet, ya han muerto cuatro perros por comer esta carne envenanada «y hay innumerables gatos de las colonias felinas afectados», explica la portavoz de Modepran, Amparo Requena.

Riesgo para los más pequeños

Mientras la Policía Nacional investiga qué sustancia es el veneno —a simple vista no parece azufre—, desde Modepran recuerdan que el parque en cuestión donde se ha encontrado la carne presuntamente envenenada está en la confluencia de Arabista Ambrosio Huici y General Avilés, a muy poca distancia del colegio público Magisterio Español. «Si un niño coge esa carne y se la lleva a la boca...a saber qué le puede pasar», comenta Requena.

La también asesora jurídica de Modepran recuerda que el envenenamiento de perros con comida se considera «caza indiscriminada, hay jueces que están empezando a aplicar los artículos 336 y 337 del Código Penas con penas que puedes llegar a los 4 años de cárcel».

No es el primer caso de envenenamiento que se da en la ciudad. Ya en 2014, en un solar junto a la subestación de Patraix se encontró comida con veneno que causó la muerte de cuatro gatos en menos de un mes.