¿Han oído hablar del efecto dominó? Si se aplicara en este caso, Inma Sarrión tendría motivos para ilusionarse. «En la falla lo comentan también». A saber: año 1988. Begoña Marco es la fallera mayor de la comisión Virgen de la Cabeza y alcanza la corte de honor. Diecisiete años después, la que ha sido su fallera mayor infantil, Carolina Barranco, alcanza el mismo lugar. Continuar la historia sería que Inma fuera elegida el próximo mes de septiembre porque, a su vez, ella fue la infantil de Carolina, allá por 2005. «Al año siguiente repetí como fallera mayor infantil y pude vivir de cerca lo que es la corte de honor. Vinieron más de una vez al casal. Además fue el 30 aniversario...». Segundas partes fueron buenas. «Sigo teniendo mucha relación con Carolina. Fue mi mantenedora. Y este año, cuando fui fallera mayor, tanto su hija Inés como la hija de mi fallera mayor del año siguiente me subieron las bandas de infantil y las dejaron a mis pies». Historia redonda dentro de esa particular la poesía que tiene trono de las comisiones.

Pero no es su única relación con las alturas de la fiesta. «Soy voluntaria en la casa Ronald McDonald desde que empezó. Me aporta mucho más de lo que puedo aportar yo. La sonrisa del niños, ver que se lo pasan bien con una actividad que has planteado tu, el agradecimiento de las familias...». Y, claro, ha sido anfitriona en las visitas que tanto las candidatas como las cortes ya constituidas han hecho a la Casa, esa en la que se alojan niños y familias con tratamientos largos y que no residen en València. «En la Casa están emocionados porque quieren que vuelvan a venir las candidatas y así me recibirán a mi también».

Acaba de terminar magisterio infantil y prepara las oposiciones. En las que, por lógica, coincidirá con alguna que otra preseleccionada más, embebidas muchas en la educación infantil. «Al principio quería ser periodista» pero cambió después de una experiencia de varios meses en Irlanda como 'au pair'. «A partir de ahí me di cuenta que me gustaba más la educación y formar parte del proceso de formación de los más pequeños. Hice primero el ciclo superior y después la carrera», estudios que ha acompañado con el trabajo en comercios.

Virgen de la Cabeza-José María Mortes Lerma se alza sobre terrenos de Patraix que no existían hace un par de generaciones. Pero ella, además de ser fallera de toda la vida, es del terreno. «Mi familia paterna es de esta zona, pero de cuando era huerta. De la falla hemos sido todos». Y de la falla, convencida. «He estado en la delegación de festejos, he llevado la delegación de lotería, entre mi pareja y yo hemos llevado las redes sociales y prensa y ahora soy vicepresidenta. Es decir, voy y vengo a la Junta Central Fallera».