El alcalde de València, Joan Ribó, de Compromís, lleva al extremo su política de ahorro en dietas y viajes. Entre los gastos que el regidor cargó al ayuntamiento entre los meses de abril y junio se incluyen 18 euros de una comida para tres en Roma y un vuelo de 25 euros a la citada capital con motivo del Simposio Internacional sobre Agroecología.
El alcalde, en su momento muy crítico con el dispendio y los lujos del anterior gobierno del PP, mantiene además el promedio del uso del coche oficial en diez veces al mes. Durante los meses de abril, mayo y junio, el alcalde ha utilizado en 30 ocasiones el coche oficial, en la mayoría de los casos para desplazamientos dentro de la ciudad, entre ellos, para acudir a la manifestación del Día del Orgullo LGTBI, que se celebró en València el pasado 16 de junio. Ribó también recurrió al coche oficial ese mismo día para desplazarse, en dos ocasiones, a la Marina de València para supervisar el dispositivo desplegado para la llegada del Aquarius, el barco que trajo a València a 630 inmigrantes rescatados del mar por la ONG francesa SOS Méditerranée. También lo usó al día siguiente para ir de nuevo a la Marina a una reunión del centro de coordinación montado para recibir al Aquarius.
El actual alcalde, que promueve el uso del transporte público y suele acudir en bicicleta al trabajo, se desprendió de los coches de alta gama, marca Audi, de su antecesora, la fallecida Rita Barberá. Para sus desplazamientos utiliza los vehículos Ford Mondeo que componen la flota de vehículos oficiales del ayuntamiento heredada del anterior gobierno. El coche oficial del alcalde no ha registrado en el pasado trimestre ningún movimiento más allá de la capital del Turia. En alguna ocasión ha dispuesto del mismo para desplazarse a otras capitales como Madrid, Alicante o Barcelona.
Ribó echó mano del coche oficial para acudir a actos institucionales como entregas de premios, la Fira del Llibre, conciertos en el Palau de la Música o en el Veles e Vents y también para asistir a reuniones como la celebrada el pasado 18 de junio en el Palau de la Generalitat para impulsar la Web Summit, el mayor congreso internacional de nuevas tecnologías.
Incluso el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, el principal impulsor de la movilidad sostenible y la promoción de la bici en la ciudad ha tenido que disponer en alguna ocasión del coche oficial. El pasado 10 de abril lo utilizó para asistir a la reunión organizada de la Autoridad Metropolitana del Transporte celebrada en el complejo administrativo 9 d´Octubre para acordar una estrategia común de los municipios del áreas metropolitana para exigir al Ministerio de Hacienda las ayudas al transporte público vinculadas al contrato programa.
De bocata y en clase turista
La principal salida de Ribó durante el segundo trimestre fue el viaje a Roma para asistir al Simposio Internacional sobre Agroecología.
Ribó cargó gastos de su viaje, el pasado mes de abril, a Roma por valor de 226 euros. Entre las facturas de este viaje celebrado los días 3 y 4 de abril destaca una factura de 18,65 euros por una comida para tres personas (el alcalde y dos acompañantes) en la sede de la Organización para la Alimentación de Naciones Unidas (FAO). En este viaje, enmarcado en los actos de la designación de València como capital mundial de la alimentación, se incluye otra cena del alcalde con tres acompañantes por importe de 53 euros. El alcalde se gastó en su viaje a la capital italiana más en taxis que en comida, en concreto, 130 euros. Entre las facturas de este viaje consta la reserva de un vuelo de 25 euros. Las fuentes de Alcaldía consultadas destacaron la política de ahorro y «viajes baratos frente al gasto en hoteles de lujo de anteriores gobiernos».
El alcalde tenía previsto viajar a finales de junio a Mainz con motivo del hermanamiento con esta ciudad alemana. El alcalde cargó 316 euros de los billetes de avión de ida y vuelta a Frankfurt, que finalmente no usó al verse obligado a suspender el viaje al ser citado por el juez para declarar por la encuesta fallera promovida por el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset y la denuncia por falta de información interpuesta por el PP y finalmente archivada. En suma, el alcalde en el segundo trimestre del año cargó gastos al ayuntamiento por valor de 613 euros. Entre estos se incluye una factura de 87 euros por un viaja en AVE a Madrid para reunirse con los representantes del Ministerio de Haciendo con objeto de reclamar las ayudas al transporte público.
El regidor ha recibido además 44 regalos, la mayoría libros, también botellas de vino, camisetas de clubes deportivos, un casco para la bici y una cesta con productos de la huerta del CEIP Gaspar Gil i Polo.
