Más allá de la cuestión de los salarios, el reparto de las exclusividades puso de manifiesto que el alcalde, Joan Ribó, da por hecho que el Partido Socialista formará parte del gobierno municipal los próximos cuatro años, ya que no los incluyó entre los grupo de la oposición que han sufrido el recorte. A Fernando Giner, de hecho, esta cuestión no le pasó desapercibida. El portavoz de Ciudadanos cree que «todo lo que están manifestando es teatro». «Tienen un acuerdo que no nos están contando», dijo, antes de denunciar que se «reparten el pastel de la ciudad» y la actitud del alcalde es «mucho más presidencialista que antes».

El portavoz de Compromís, Pere Fuset, repitió que su formación solo trabaja con la hipótesis de formar un gobierno de coalición con los socialistas.