La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València ha despedido de forma fulminante a la jefa de Administración de la empresa pública tras poner en conocimiento de la Policía Nacional un presunto fraude de cuatro millones de euros. La dirección de la empresa fue conocedora de la presunta estafa el lunes y el martes por la tarde su gerente, Josep Enric García Alemany, puso una denuncia en la policía.

Al parecer, y según indicaba el concejal presidente de la empresa, Giussepe Grezzi, el fraude se produjo falsificando las firmas de los dos apoderados de la empresa para ordenar ocho transferencias con destino a la cuenta de un banco en China, en concreto Hong Kong.

Grezzi convocó ayer por la tarde al consejo de administración para informar sobre todos los detalles de la operación policial que está en marcha. Por su parte, el comité de empresa, convocó a las secciones sindicales en los talleres de San Isidro.

Las transferencias, para las que se suplantó la identidad y direcciones de correos electrónicos -entre ellos el de Grezzi como presidente de la empresa municipal-, se ordenaron desde una cuenta de la EMT en CaixaBank, que funciona con un protocolo de firma mancomunada electrónica de los dos apoderados.

La empleada despedida, responsable del área de administración, remitió dos documentos de la empresa que permitieron el acceso a las firmas de los apoderados y sus respectivos DNI, dos documentos físicos que se escanearon y se copiaron las firmas para luego poder realizar las órdenes de pago por escrito «con esas firmas falsificadas», decía.

Grezzi aseguraba que van a ser «implacables» en poner todos los medios para recuperar todo el dinero defraudado a una empresa pública y a los valencianos, y señalaba que se trata de un acto en contra de la EMT que «no va a quedar impune» para «quien haya sido, quien haya ordenado, quien haya colaborado o quien haya permitido todo eso».

Por su parte, García Alemany comentaba que «por lo que hemos podido determinar hasta ahora, en el fraude la única persona implicada por el momento es una única empleada de la empresa, que es, mejor dicho era, la responsable de Administración».

Se trata de una persona «con larga trayectoria en la empresa» y fuentes de la compañía aseguran que nunca había tenido comportamientos extraños hasta el detectado esta semana. Ayer por la mañana, sin embargo, fue despedida ante las evidencias que la implican en este caso.

La EMT se ha puesto en contacto con CaixaBank para pedirle el bloqueo de las transferencias y ha presentado una denuncia de forma telemática ante la Policía de Hong Kong para que sigan el rastro del dinero. Sobre la responsabilidad de la trabajadora despedida, el concejal indicaba que será la Policía y posteriormente la justicia los que tendrán que determinarla y decidir hasta dónde llegan esas responsabilidades».