Una hembra de tortuga boba de 100 kilos de peso, recorre ahora el Delta del Ebro al año de partir de la Playa Torre Bellver de Oropesa del Mar (Castellón) y llegar hasta Grecia, según han podido conocer los investigadores gracias a un emisor satelital.

Hace un año la Fundación Oceanogràfic y la Fundación Azul Marino soltaron al mar a esta tortuga en Oropesa del Mar, desde donde rebasó las islas Columbretes, las Baleares y el Canal de Sicilia y llegó a las costas de Grecia dos meses después, en concreto al Golfo de Ciparisia, donde permaneció seis meses.

En marzo de este año cambió de rumbo y volvió de nuevo hacia Sicilia, siguiendo el mismo recorrido al de su ida.

Según la Fundación Oceanogràfic, conocer el desplazamiento y la biología de esta especie en el Mediterráneo ayuda a entender los procesos naturales y a poder gestionar y planear mejor los proyectos de conservación de las tortugas marinas.

En un contexto de aparente colonización de las tortugas marinas en el Mediterráneo occidental, es necesario e importante contar con proyectos de conservación de esta especie coordinados con otras instituciones y organismos internacionales.

Antes de volver al mar por segunda vez en Oropesa en 2020, los veterinarios le instalaron un emisor satelital en su caparazón, gracias al cual se ha podido realizar un seguimiento constante de su viaje por el mar Mediterráneo y que ha reportado información valiosa sobre aspectos importantes para la conservación de su especie, como cuáles son sus amenazas, sus movimientos y su demografía.