La plaza de la Reina será objeto de una excavación más amplia para tratar de documentar los restos de época tardorromana o visigoda que salieron a la luz el pasado mes de junio en una de las zanjas de las obras de reurbanización y peatonalización de la citada plaza que lleva a cabo la Concejalía de Movilidad. El concejal y alcalde en funciones, Giuseppe Grezzi, así lo avanzó ayer por la mañana durante una visita a las excavaciones de la muralla islámica en la plaza del Ángel. El ayuntamiento y la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura analizan qué zona se excavará y a qué profundidad para documentar en la máxima extensión que sea posible los grandes bloques de piedra datados inicialmente en los siglos IV-V que salieron a la luz y que estarían vinculados a un recinto defensivo, una muralla de época tardorromana o visigoda, o quizás una puerta del recinto fortificado.

El muro de sillares romano ha aparecido en las zanjas que se realizan en el perímetro de la catedral por lo que, según Grezzi, la excavación no afectará a las obras del resto de la plaza. La ampliación del área a excavar por los arqueólogos no supondrá retrasos ni afectará a los plazos de ejecución de las obras en el resto de la plaza y en el apartamiento subterráneo, aseguró el concejal. Preguntado sobre la posibilidad de integrar los restos arqueológicos una vez documentados, Grezzi destacó: «Lo importante ahora es hacer la excavación y documentar lo que hay, cartografiarlo con detalle porque hasta ahora solo tenemos hipótesis».

Como informó Levante-EMV, las catas arqueológicas previas a las obras de urbanización de la plaza de la Reina que se realizaban el pasado mes de junio frente a la Catedral se toparon con varios tramos de un grueso muro de piedra que podría corresponderse con una muralla tardorromana o visigoda. La aparición de la, hasta ahora, poco documentada muralla romana en este punto de la plaza fue algo «inesperado», destacó Grezzi. Las reducidas dimensiones de la zanja en la salieron a la luz los restos de la que podría ser la cuarta muralla de la ciudad, que de serlo estaría protegida por la ley de Patrimonio, no permiten documentar con exactitud el hallazgo. De ahí que la directora de las excavaciones, Marisa Serrano, aconsejase en un informe ampliar la excavación y documentar los restos del recinto defensivo que atravesaba la plaza y cuyos restos quedaron arrasados durante las obras, sin control arqueológico, del aparcamiento subterráneo en los años 70.