El Ayuntamiento de València ha fichado al ingeniero, economista y consultor Miquel Barceló, mentor y gestor del pionero distrito de la innovación de Barcelona 22@, para definir la hoja de ruta para la reconversión del infrautilizado, pero de ubicación estratégica, polígono industrial de Vara de Quart en el primer distrito tecnológico de la capital valenciana.
La reordenación de este gran polígono industrial, absorbido por el crecimiento urbano, se basará, según lo anunciado por la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, en ofrecer una mayor edificabilidad a las propiedades que decidan cambiar el uso (de industrial a terciario avanzado) sus parcelas. Las nuevas edificaciones podrán aumentar su altura liberando suelo para zonas verdes, y a cambio del extra de edificabilidad deberán ceder suelo para dotaciones al ayuntamiento. Las recalificaciones se podrán realizar por áreas, manzanas completas o parcelas.
La idea es reurbanizar la zona para dotarla de calidad ambiental y paisajística y un nivel de servicios adecuado para convertirla en un distrito innovador «de referencia». El Ayuntamiento utilizará el suelo cedido para generar dotaciones y vivienda pública a precios razonables.
Miquel Barceló fue director general del Institut Català de Tecnologia entre 1987 y 1999, con CiU en el poder, y entre ese año y el 2004 ejerció como diputado en el Parlament en las filas del PSC-CpC. Miquel Barceló fue asesor personal del alcalde Joan Clos durante el proceso de gestación del 22@ además de uno de los impulsores del proyecto. Barceló presidió entre 2004 y 2007 la sociedad que gestionaba el distrito. En la actualidad es presidente de la consultora Innopro Global Services especializada en asesorar a ciudades en la creación de polos de innovación, además de ser miembro del Comité Asesor del 22@Network BCN.
La concejalía de Desarrollo Urbano encargó el año pasado a Aumsa la reconversión del polígono de Vara de Quart, con 59 hectáreas de superficie y donde ya se han llevado actuaciones para diversificar e incluir nuevos usos como la ciudad Ros Casares, donde se combinan usos residenciales y de oficinas.
El ayuntamiento quiere avanzar en esta línea de diversificación de usos, al tiempo que buscará la mejora ambiental y renaturalización del ámbito para convertirlo en un espacio para trabajar y vivir.
