Las zonas verdes y naranjas, de aparcamiento exclusivo o preferente para los vecinos, van a extenderse en las próximas semanas al barrio del Botànic. El concejal de Movilidad Sostenible Giuseppe Grezzi ha adelantado el plan para aplicar esta reorganización del aparcamiento en superficie en esta zona de València, en una reunión que se celebró ayer con colectivos cívicos y sociales. Grezzi, en unas declaraciones recogidas en una nota de prensa del Ayuntamiento de València, ha calificado de "éxito" la implantación de las plazas verdes y naranjas en Russafa, pese a que colectivos como Russafa Convivir y los hosteleros han criticado el modo en que se ha llevado a cabo esta redistribución del aparcamiento en superficie en este barrio.

De hecho, este periódico pudo comprobar la semana pasada cómo las zonas naranjas de varias calles de Russafa están vacías o semivacías por desconocimiento de los vecinos o de los residentes de fuera del barrio, que temen aparcar en muchos casos por miedo a ser multados. También ha habido quejas de vecinos -Amics del Carme-, de comerciantes y hosteleros en Ciutat Vella, donde la zona del Área de Prioridad Residencial se ha transformado en zona de estacionamiento exclusivo para residentes o bien de preferencia para estos.

Varias calles de Russafa siguen vacías después de haberse pintado la zona naranja. R.L.V.

Sobre este asunto, el propio alcalde Joan Ribó defendió la actuación y recomendó hace unos días desplazarse a Russafa "en transporte público" para trabajar o por ocio, pese a que numerosos negocios y trabajadores del barrio han mostrado sus quejas por la falta de conexiones mediante transporte público con esta zona de València. Además, la tramitación de las tarjetas para los residentes se ha retrasado por diversos problemas y no se prevé la posibilidad de que los empleados y dueños de negocios de estos barrios puedan sacarse la tarjeta para estacionar en verde o en naranja.

Tanto Grezzi como el propio alcalde siguen adelante con sus planes para extender las zonas verdes y naranjas de estacionamiento restringido a residentes en otros puntos de la ciudad. Sin embargo, la implantación de estas nuevas modalidades de aparcamiento han generado molestias a los vecinos afectados y también han dejado decenas de multas por falta de información, como han denunciado varios colectivos de Russafa y Ciutat Vella. En el último mes, solo en Russafa, se han impuesto 1.318 multas en las zonas verdes y naranjas; mientras que en Ciutat Vella, se han sancionado a 500 vehículos por estacionar en estas plazas.

El PP, que suma a estas cifras las multas impuestas por aparcar en la zona azul en horarios cuando no se puede, ha denunciado que las nuevas restricciones por estacionar en las zonas de Ruzafa y Ciutat Vella, suponen cerca de 5.000 multas de las ORA en estos dos barrios. "En total en toda la ciudad se han puesto por la ORA -de varios colores- 19.900 multas, y así el 25% de las multas ha sido en los dos barrios con las nuevas restricciones, es decir una de cada cuatro multas que se puso en un mes en la ciudad", lamenta el concejal Carlos Mundina. 

424 plazas reservadas a los residentes

Sea como fuere, Grezzi ha anunciado que se van a modificar la distribución de las actuales plazas de aparcamiento en Botànic y se van a implantar nuevas -naranjas y verdes- y también azules. Según recoge un comunicado municipal, en el Botànic habrá 424 plazas de aparcamiento reservadas para residentes.

La cifra sale de sumar las 193 de uso exclusivo –verdes- y las 231 de uso preferente –naranjas-. Las "taronjas" estarán ubicadas en las calles interiores de Guillem de Castro y Ferran el Catòlic, lo que permite usarlas durante el día a los conductores de fuera del barrio . El entorno del Mercado de Rojas Clemente será zona azul, y también habrá este color en la calle Quart y Guillem de Castro. En total, serán 116 plazas azules, de pago pero abiertas a todo el público y sin preferencias para los residentes.

Calle Turia, en el barrio del Botànic, en una imagen de hoy. Miguel Angel Montesinos

La propuesta de Grezzi "ha sido aceptada" por fallas y colectivos vecinales

Según fuentes municipales, la propuesta presentada por Grezzi, y por personal técnico municipal, a entidades vecinal, sociales, culturales y empresariales de la zona del Botànic, "ha sido aceptada". Así, según ha explicado el concejal, después de reunirse ayer por la tarde con representantes del Col·lectiu Veïnal del Botànic, las comisiones falleras de Borrull-Túria, Doctor Sanchis Bergón-Túria o Borrull-Socor, el Jardí Botànic y la Asociación de Comerciantes de Extramuros-ACOMEX, “resueltas las dudas y comentado algunas particularidades por parte de las personas asistentes, la propuesta ha sido aceptada, así como el inicio del proceso administrativo para su puesta en marcha, que no se producirá hasta al menos dos meses después de ser aprobada en Alcaldía y publicada en el BOP".

Se pondrá en marcha en unos 2 meses

“Durante esos dos meses (como ya sucedió en Russafa, donde a fecha de ayer ya había 1.620 vehículos registrados) el vecindario podrá registrarse como potenciales personas usuarias, de cara a poder disfrutarla desde el primer día”, ha añadido el edil. Por lo que respecta al horario de entrada en funcionamiento de la exclusividad de uso por parte de los residentes de las plazas naranjas, abordado también en la reunión celebrada con las entidades vecinales, "se ha decidido adoptar el mismo que opera en Russafa (regulado de lunes a viernes de 9 a 19 horas, y sábados de 9 a 15 horas, y exclusivo para residentes el resto de franjas horarias)".

Te puede interesar:

El coste anual establecido para el uso residencial de las Zonas Verde y Naranja es de 86’20 € al año (7’18€ al mes), mientras las personas visitantes podrán estacionar en las Zonas Azul y naranja desde 0’55 euros y 1’10 euros, respectivamente, los primeros 25 minutos, hasta 1’70 y 3’30 euros respectivamente por la estancia máxima de dos horas.

La petición de implantación del estacionamiento de residentes en el barrio se remonta a los años de introducción de su primera versión en Ciutat Vella, cuando se incrementó la presión de estacionamiento en la periferia del mismo, siendo el barrio de El Botànic el principal afectado. “Desde entonces, esta demanda ha sido una constante, acompañada también de las reclamaciones no solo de destinar parte del estacionamiento que hay a residentes, sino también a la introducción de arbolado o a un uso del espacio público de mayor calidad”, ha apuntado el concejal de Movilidad Sostenible Así se acreditó, añaden las mismas fuentes municipales, también "en las conclusiones del Proceso Participativo ‘El Botànic es mou’ realizado en 2016 y que ya sirvió de base para actuaciones posteriores como la peatonalización de la Plaza de Rojas Clemente".