València

Benimaclet: Los migrantes siguen sin ser realojados, dos meses después de la última muerte

El ayuntamiento impacienta a las ONG que trabajan con los temporeros porque siguen sin tener un techo digno para vivir

Agentes de la policía acudieron a la fábrica de Benimaclet al morir uno de los temporeros.

Agentes de la policía acudieron a la fábrica de Benimaclet al morir uno de los temporeros. / GERMAN CABALLERO

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

Los migrantes de la vieja fábrica de Benimaclet siguen sin ser realojados casi dos meses después de que se produjera la muerte de uno de estos temporeros a causa de una enfermedad crónica agravada por las bajas temperaturas invernales, a primeros de noviembre de 2022. Por tanto, estos temporeros de origen africano siguen viviendo en condiciones de infra-vivienda, a falta de que acepten trasladarse a un recurso habitacional seguro. A finales de noviembre, la concejalía de Bienestar Social anunció un plan humanitario para desalojar a estas personas de las instalaciones de la vieja fábrica en ruinas y realojarlos en albergues municipales u otros recursos. Sin embargo, las reuniones que ha habido entre los afectados, las ONG que los asesoran y el ayuntamiento no se han concretado en ninguna solución real de momento.

Cabe recordar también que en febrero del año pasado, otros dos temporeros que se alojaban en La Garrofera también murieron, según indican fuentes municipales también por enfermedades crónicas. Por tanto, en esta vieja fábrica y sus alrededores ya han fallecido tres personas, lo que ha indignado a las organizaciones humanitarias que trabajan con este colectivo.

Ayer, fuentes de Bienestar Social señalaron que no se ha avanzado aún en el realojo de estos 27 temporeros pero que los técnicos del Centro de Servicios Municipales de Benimaclet están abordando con cada uno de ellos dónde pueden ser reubicados.

En ese sentido, las fuentes consultadas apuntaron que se ha contactado con la Evha, la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo dependiente de la Conselleria de Vivienda, para tratar de realojar a parte de estos migrantes en pisos sociales cedidos por la Generalitat. Y por otra parte, se está analizando cómo ubicar a otros migrantes en albergues u otros recursos similares dependientes de organizaciones humanitarias.

La fábrica en ruinas está llena de escombros y basura.

La fábrica en ruinas está llena de escombros y basura. / GERMAN CABALLERO

A mitad de diciembre, la concejalía de Servicios Sociales dio un giro al modo en que va a abordar el realojo de los migrantes que malviven en la antigua fábrica de Benimaclet. Tras una reunión celebrada con presencia de varias ONG's y de los propios temporeros africanos, se produjo un retroceso en el proceso activado para proporcionar alojamientos temporales y dignos a la veintena de migrantes implicados. Así las cosas, Servicios Sociales optó por pilotar el proceso de desalojo y realojo de la fábrica, mediante el consenso con los migrantes, pero con soluciones habitacionales pactadas con los afectados directamente.

Las ONG's se rebelan contra el ayuntamiento

Mientras, dos ONG's que colaboran con estos migrantes, València és Refugi y Ghananian Culture Valencia, junto a la Asociación de Vecinos de Benimaclet, emitieron un duro comunicado recientemente en el que reclamaban que se concediera "la emergencia habitacional" a los temporeros alojados en La Garrofera y en el que acusaban a Servicios Sociales del Ayuntamiento de València de no querer "consensuar con las personas afectadas" dónde serán realojadas.

Las tres entidades citadas afirmaban que Servicios Sociales jamás "ha tenido la intencionalidad de consensuar con las personas afectadas, como ha demostrado en sus convocatorias a reuniones". En ese sentido, respecto al posible realojo de estas personas en un albergue municipal, por las condiciones de infravivienda que sufren, "desde inicio y hasta el final, nos negamos a una solución temporal, exigimos de pleno derecho una solución real y eficaz", añadían.

Esta solución adecuada y definitiva, según estas organizaciones, pasa por decretar la emergencia habitacional para estos 27 sintechos, que siguen alojados en un edificio que amenaza ruina. Además, la Federación Unión Africana España también ha defendido públicamente que enviar a los temporeros a un albergue "es un parche y no es la solución" tanto por el horario como por otros elementos colaterales como su situación administrativa irregular o la temporalidad.

Los responsables de esta ONG africana remarcan que algunos afectados "tienen tarjeta de residencia y trabajo y están trabajando y pueden pagarse un piso". Ahora bien, el principal obstáculo es que se topan "con el racismo inmobiliario que no les permite acceder a pisos de alquiler". Por todo ello, solicitan al ayuntamiento que les ayude a poder alquilar viviendas a precios asequibles.