El plan del Cabanyal de Rita Barberá "queda solemnemente enterrado"

El pleno del Ayuntamiento de València dio ayer luz verde provisional, con la abstención de los grupos de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox), al plan que frenará la destrucción del Cabanyal. El plan de la prolongación de Blasco Ibáñez de Rita Barberá, que «gastó millones de euros en destruir casas» y que cuya derogación fue una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno progresista en 2015, queda «solemnemente enterrado», proclamó el alcalde de València, Joan Ribó, minutos antes del pleno.

El alcalde, de Compromís, aseguró que el nuevo plan del Cabanyal (PEC), que lleva ocho años de tramitación y aún debe recibir el visto bueno de la Conselleria de Territorio, «nos obliga a mejorar la comunicación, a preocuparnos para que no se gentrifique y a ir más rápidamente en construir viviendas de alquiler asequible». 

La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, subrayó que el PEC «está hecho para las vecinos». «No es un plan personalista ni faraónico como los de otras época», dijo Gómez quien recordó que el anterior plan del PP intentó «destruir el barrio y acabar con la memoria del Cabanyal. «Hay que hablar de 1997 cuando empezaron a hablar de conectar València con el mar como si el Cabanyal no fuera parte de la ciudad. València no acaba en l’Eixample y el PPquería hacer una avenida para que los vecinos del centro llegaran cinco minutos antes a las Arenas o la Malva-rosa», destacó Gómez, a quien el popular Juan Giner recriminó que «vive en el pasado».

La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, evitó el debate sobre el nuevo plan del Cabanyal en el pleno, en el que la vicealcaldesa, Sandra Gómez, recriminó al PP la destrucción del barrio y el expolio del patrimonio. En nota de prensa la portavoz del PP lamentó la «falta de diligencia» de Compromís y del PSPV para solucionar los problemas del Cabanyal donde están por ejecutar el 80% de los fondos de Edusi destinados a rehabilitar el barrio. 

Ciudadanos censuró al gobierno del Rialto por llevar al pleno un plan «inacado» que no ha superado todos los reparos de la Conselleria de Cultura y tampoco los de la Dirección General de Costas, en especial los referentes al hotel de 15 alturas previsto en Eugenia Viñes. «Todo para lucir el plan antes de elecciones», destacó Narciso Estellés. «El plan corre el riesgo de paralizarse porque el ministerio aún no ha dicho la última palabra», advirtió Estellés.

En la misma línea, el concejal popular Juan Giner destacó que está por ver lo que opinan los técnicos de paisaje de la Generalitat sobre el «hotelito» y «si no nos devuelven el plan otra vez». «Lo primer que hicieron fue paralizar el plan anterior y anunciar un nuevo plan que dos legislaturas después aún no han aprobado». 

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