Realizan catas en dos fincas okupadas de Peris y Valero para valorar si las derriban

Técnicos de las concejalías de Urbanismo y Sanidad acceden a los bloques para determinar su solidez estructural y las condiciones de insalubridad

Los vecinos de la calle no quieren otra solución que la declaración de ruina inminente y la demolición de los dos edificios centenarios, okupados por decenas de personas

Acceso a una de las fincas okupadas en Peris y Valero

Acceso a una de las fincas okupadas en Peris y Valero / J.M. López

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Día ajetreado ayer en las fincas más problemáticas de Peris y Valero. Policía Local , propietarios, técnicos del ayuntamiento y curiosos se agolparon en sus puertas. Los números 100 y 102 de la arteria que separa Russafa de Monteolivete llevan tres años con okupas y en riesgo de derrumbe. Los vecinos de las escaleras aledañas tienen miedo por la caída de cascotes, los atracos y las batallas campales como la de hace dos semanas. El administrador de los portales 98 y 104 ha presentado media docena de escritos para que el ayuntamiento atienda a las condiciones de insalubridad de los edificios okupados por una treintena de personas -al parecer habría algunos menores- y los declare en ruina inminente, trámite que posibilitaría su derribo. Es todo lo que quieren los vecinos de la calle, ver estas fincas centenarias reducidas a escombros.  

Ayer, por fin, empezó a despejarse el futuro de los bloques de 10 pisos y dos bajos entre ambos. A primera hora de la mañana, los técnicos enviados por los propietarios -la titularidad se divide entre familias particulares y una inmobiliaria de Madrid- entraron en dos pisos okupados del número 100. En uno de ellos encontraron a cinco chavales y en el otro a una mujer de unos 80 años rodeada de garrafas vacías, dado que las fincas carecen de suministro de agua. Los operarios abrieron falsos techos y tomaron fotos para la siguiente fase, una cata de la estructura que determine si es necesaria la demolición. En el proceso descubrieron un edificio «sin posibilidad de rehabilitación». «Si por mí fuera -dijo uno de los operarios- esto mañana se iba al suelo». 

Acceso a la finca en riesgo de derrumbe en Peris y Valero

Acceso a la finca en riesgo de derrumbe en Peris y Valero / J.M. López

En una segunda comitiva, personal del área de Disciplina Urbanística y un técnico de Sanidad accedieron al portal 100. La valoración fue discrepante. La técnico de Urbanismo determinó que la estructura del edificio es sólida. Es decir, el derribo no estaría justificado. Supuso un varapalo para el administrador de las fincas colindantes, presente en representación de los vecinos más críticos con este foco de conflictos. Sin embargo, el representante de Sanidad avanzó a Levante-EMV que emitirá un informe muy duro sobre las condiciones de insalubridad de los pisos y bajos. Tras haber visto tres pisos con butrones en los techos y montañas de basura en sus patios traseros, el trabajador del ayuntamiento intentará, hasta donde llega su competencia, que un juez permita acceder a una patrulla de limpieza. Una medida profiláctica que no satisface a los vecinos. 

La misma operación se repitió después en el bloque 102 , con un bajo diáfano que da acceso a varios pisos. Las personas que los habitan suben a ellos a través de escaleras de aluminio. La degradación de este edificio es a la vista notablemente superior, pero la valoración preliminar fue parecida. En Disciplina Urbanística hablaron de solidez estructural y en Sanidad se observó un edificio al borde del desplome, con el riesgo que eso supone para sus ocupantes -ayer solo había un hombre mayor-.

Fachada trasera de uno de los edificios okupados en Peris y Valero

Fachada trasera de uno de los edificios okupados en Peris y Valero / J.M. López

Realizadas las catas y las inspecciones sanitarias preceptivas; técnicos, propietarios, operarios y arquitecta contratada por estos se reunieron en un corrillo para acercar posturas. Hubo sensación de día clave. Muchos vecinos pasaron y preguntaron el motivo de tanto alboroto. Que cuándo se demuele aquello. Su expectación es máxima. A partir de ahora se abre el plazo para resolver, entre los múltiples actores políticos, judiciales y particulares, la mayor incógnita de Peris y Valero. «Este puzzle tiene muchísimas piezas y hay algunas que no terminan de encajar. Cuando se aclare todo contaremos qué ha pasado aquí», dijo la dueña de una vivienda. «Esto es inhabitable», zanjó la arquitecta contratada por la propiedad.