Tamara Falcó cuenta cómo es su actual relación con su suegra, Carolina Molas

Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido retomar los planes de boda después de haberse reconciliado. La socialité parece haber perdonado por completo la infidelidad que sufrió por parte de su prometido y que se hizo pública el pasado mes de septiembre.

Tras la ruptura de la pareja, la hija de Isabel Preysler y su suegra, Carolina Molas, dejaron de seguirse en redes sociales. No obstante, parece que Tamara Falcó no solo se ha reconciliado con Íñigo Onieva, sino también con su madre.

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La marquesa de Griñón ha expresado el cariño que siente hacia su suegra diciendo que considera que "es encantadora" y asegurando que se lleva bien con ella. No obstante, no ha querido entrar en detalles porque "la madre de Íñigo es anónima y prefiere mantenerse así".

El estilismo de Íñigo Onieva para el día de la ceremonia

Por otra parte, Tamara Falcó ha hecho algunas revelaciones sobre los estilismos de la boda, en concreto por el de su prometido. Cuando le preguntan por el esmoquin que va a vestir su futuro marido para la ocasión, la marquesa corrige al periodista: "La gente no se casa de esmoquin, se casa de chaqué".

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La curiosa norma que la pareja ha impuesto en su boda

En cuanto a la ceremonia, la pareja ha puesto una norma que ha llamado la atención: no podrán acudir las parejas que no estén casadas o comprometidas. El objetivo sería reducir la lista de invitados y evitar posibles filtraciones de personas alejadas de su círculo más cercano.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva habrían puesto una llamativa condición a todos los invitados a su boda