El Valencia CF se dispone a potenciar la dirección deportiva en las próximas semanas. Quiere dotarla de hasta ocho técnicos en contraste con los solo tres del último año (primero Jesús García Pitarch y sus ayudantes, Vicente y Salva Grau, y, tras la dimisión de Suso, Alesanco y los otros dos). El club de Mestalla pretende contratar figuras arraigadas en el valencianismo y conocedoras de todo lo que sucede en la Liga española. De ahí que valore perfiles como Javier Subirats, exjugador y exdirector deportivo del Valencia; David Albelda, excentrocampista de Mestalla, y Santi Cañizares, exportero de la entidad ahora en labores de presentador de televisión. Descarta, por el mismo motivo, al danés Frank Arnesen y al argentino Piojo López, otros dos exjugadores muy alejados de la realidad de la competición española.

El objetivo es cerrarlo en las próximas semanas, cuando se clausure el mercado de invierno (el 31 de enero), a fin de poder planificar la próxima temporada. La clave es encontrar un número 1 en esa potente dirección deportiva que guíe a los otros siete técnicos. Una estructura muy definida y con las jerarquías muy claras. El club entiende que una de las causas del fracaso deportivo de la presente temporada se debe a la debilidad de su secretaría técnica, encabezada por García Pitarch hasta su reciente dimisión.

Monchi como ejemplo

El Valencia se ha interesado por saber cuántos técnicos trabajan a las órdenes de Monchi en la parcela deportiva del Sevilla: 15. Sin llegar a tantos expertos, la sociedad de Mestalla pretende que el equipo de Nervión sirva como ejemplo. El objetivo es encontrar sintonía entre esos ocho técnicos y que trabajen todos a una en beneficio del club.

Por otro lado, el Valencia también busca una figura más de carácter institucional, una personalidad fuerte del valencianismo, que pueda asumir un liderazgo en el día a día ejecutivo del club y descargar de esa responsabilidad a la presidenta, Layhoon Chan. Ocuparía una cargo de director general y se dedicaría a unir todas las parcelas de la entidad y a dar la cara sobre todo en los momentos críticos.

La presidenta se encuentra en una fase anímica difícil después de los cánticos en contra de Mestalla en el partido de Copa del Rey frente al Celta (1-4).

Con la familia a 12.000 kilómetros y el índice de popularidad bajo como consecuencia de la pésima clasificación del equipo, Layhoon ofrece síntomas de agotamiento.

No hay crisis institucional

Pese a los palos de la prensa internacional, el dueño, Peter Lim, está convencido de que el Valencia solo está sufriendo una profunda crisis deportiva. Ni económica (está al día con todos los pagos a los acreedores, sobre todo con Bankia) ni institucional.

Tampoco social: Meriton cree que la mayoría de Mestalla será comprensiva con el propietario a medida que los resultados deportivos mejoren; solo es irreconciliable el sector más radical de los aficionados, aquel que pide la marcha de Lim en cada partido en Mestalla. Si todo funciona según los planes de Lim, el Valencia volverá a estar en Europa en un par de temporadas.