La Diputación de Valencia, que preside Alfonso Rus, aseguró por escrito en febrero del año pasado no haber mantenido ningún tipo de relación contractual desde 2003 con las empresas de la trama Gürtel. Ni la corporación, ni ninguna de las firmas provinciales y patronatos dependientes. La afirmación ha quedado en evidencia con la existencia, tal como reveló Levante-EMV hace días, de una factura por importe de 34.829 euros en favor de una de las sociedades del entramado de Francisco Correa pagada por la empresa de la diputación Imelsa. El portavoz socialista, Rafa Rubio, desempolvó ayer las cuatro negaciones, una más que San Pedro, que la corporación trasladó en el pleno del 18 de febrero de 2009 (poco después de estallar el escándalo en Valencia), para acusar a Rus de «mentir» y anunciar que reclamará al gerente de Imelsa, Marcos Benavent, todas las facturas y que aclare en una reunión «quién dio la orden y qué tipo de suministro se contrató».

Al menos una factura, por los citados 34.829 euros, fue abonada por Imelsa a una firma Gürtel que los socialistas, a partir de un informe de la Agencia Tributaria, creen que se trata de Easy Concept, ubicando el pago entre los años 2005 y 2006, en la etapa del anterior titular de la diputación, Fernando Giner. Easy Concept es la empresa de la trama que realmente montó los pabellones valencianos en Fitur —adjudicados a Orange Market— durante cinco ediciones y que tuvo de administrador a Pau Collado. Éste, quien fue director de la Fundació Balears Sostenible, conecta el caso Gürtel con el Ibatur, ya que Easy Concept cobró durante la etapa de Matas 20 millones del Institut Balear de Turisme.

En febrero de 2009, Rubio preguntó al presidente si la diputación, desde 2003, había tenido alguna relación contractual con Orange Market, Special Events, Easy Concept y Orange Factory, detalle de los contratos, importe y fechas. Rus podía contestar oralmente en el pleno o por escrito. Lo hizo a través del portavoz del PP, Juan José Medina, quien lo despachó con cuatro monosílabos. «No», para cada una de las cuatro preguntas.

Año y medio después, esa negación está en el aire. Recientemente, a preguntas de este periódico, el gerente de Imelsa aseguró que desde 2007 —cuando asumió el cargo tras la llegada de Rus a la diputación— no había nada aunque de la etapa anterior no lo podía asegurar. Giner salió a la palestra para negar cualquier encargo a empresas Gürtel. Para Rubio, «Rus ha mentido, como demuestra el informe de la Agencia Tributaria, lo que acentúa nuestras sospechas».

«Tentáculos de Orange Market»

«¿Qué se esconde detrás de la mentira?», se preguntó, para constatar: «A pesar de lo que dijeron, los tentáculos de Orange Market llegaron a la Diputación de Valencia». El socialista anunció que va a pedir a Benavent todas las facturas y la convocatoria de una junta general extraordinaria de Imelsa, que es el pleno de la diputación, para que comparezca y aclare «quién dio la orden de contratar y para qué».

Así las cosas, el presidente, según su entorno, ha sacado de sus vacaciones a un responsable de la diputación para que aclare la factura de la que, según se asegura, no tenía conocimiento, tal como le informaron su colaboradores. La diputación se plantea dirigirse a la Agencia Tributaria para que le comunique a qué suministro se refiere, con el fin de identificar el gasto, en su caso, que sería anterior a 2007, según las mismas fuentes.