Zaplana se desliga de Cotino y el amaño de las ITV pero las agendas lo desmienten

El exministro defiende que se llevaba «fatal» con el político fallecido en 2020 tras «romper con el gobierno de Francisco Camps»

Su exjefe de gabinete ratifica que el trato de favor a Sedesa se decidió en una reunión entre los tres

El expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, durante su segunda declaración de ayer.

El expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, durante su segunda declaración de ayer. / Levante-EMV

El expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana logró ayer un segundo asalto en el juicio del caso Erial de pura carambola. El tribunal le permitió volver a declarar y replicar a las acusaciones de que apalabró en 1997 con Juan Cotino la concesión de las ITV (Inspección técnica de vehículos) para la empresa familiar, Sedesa

El jefe de gabinete de Zaplana en la Generalitat, Juan Francisco García Gómez, y los dos sobrinos de Juan Cotino, fallecido en 2020, confirmaron en su declaración del martes el amaño de los contratos de las ITV y el Plan eólico y la contraprestación que alcanzó los 10 millones de euros, según los investigadores del caso Erial.  

Una confesión que conlleva una cercanía, una complicidad entre Zaplana y Cotino de la que el exministro se apresuró ayer a renegar. «Jamás hablé con Cotino sobre esa cuestión [las ITV] -aseguró Zaplana por segunda vez desde el estrado-. Quiero intentar acreditarlo con esta oportunidad con la que no contaba», admitió el exjefe del Consell.

 «Si la acusacion da tanta importancia a mis agendas -sostuvo-, podrá comprobar que no hay en esa fecha, ni en ninguna cercana, ninguna reunión que estemos los tres. En toda mi agenda esa reunión no existe. Ya que se considera la agenda como prueba indiscutible, esa reunión no existe. Y no será porque no tengo las anotaciones de Juan Cotino a las que hace referencia la Unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil y el fiscal». 

El expresidente de la Generalitat sacó pecho, además, de su supuesta mala relación con Juan Cotino. «Cuando se supone que Juan Cotino me hace llegar una retribución, yo no tengo relación con . La relación era inexistente con Cotino. Era público y notorio. La relación en mi agenda con Cotino estaba limitada a cumpleaños o la Misa de Infantes. Se puede observar que en la agenda la última reunión con Cotino es en 2003. Y es una sola reunión con muchísima gente. Debía ser de índole político». A partir de esa fecha, continuó, «de 2003 a mi detención [en 2018] no hay una sola reunión con don Juan Cotino. Solo al consultar las hemerotecas se puede uno hacer a la idea… Nos llevábamos fatal porque rompí relaciones con el gobierno de [Francisco] Camps, en un episodio bárbaro, político y mediático con plantes en las Corts Valencianes. Con conflictos que me impidieron ser…», defendía embalado el exministro que fue interrumpido por el presidente del tribunal, Pedro Castellano. Las lides entre el zaplanismo y el campsismo son de nulo interés para la causa judicial.

Las agendas, por el contrario, suponen un elemento nuclear en el caso Erial. Eduardo Zaplana guardaba en su despacho de Telefónica todas las agendas personales que le han acompañado desde 1995, cuando accedió a la Presidencia de la Generalitat Valenciana. Y esas agendas permitieron a la Guardia Civil comprobar la participación de Juan Cotino en la cocina de los contratos del plan eólico y la privatización de las ITV.

Por ejemplo, la UCO descubrió que «en fechas próximas a la constitución de Imison [la empresa creada en Luxemburgo por los Cotino el 9 de mayo de 2001 para pagar las mordidas] y a la entrega de 640.000 euros por Juan Cotino a Beatriz García Paesa, se habría producido una reunión entre Eduardo Zaplana y alguna persona perteneciente a la familia Cotino -posiblemente Juan Cotino-», aseguraban. «Se ha localizado la anotación manuscrita ‘22 h. Cotino’ en una de las agendas personales de Zaplana, la cual figura en la página correspondiente al sábado día 05.05.2001», relataban los agentes de la Guardia Civil en un informe aportado al caso Erial en 2020. 

A finales de 2001, los Cotino también constituyeron la empresa con la que lograron la concesión de la ITV. Se constituyó el 19 de diciembre de 2001 y dos días después, el 21, en las agendas de Eduardo Zaplana, aparece la anotación «Cotino (casa) a las 14 horas». Unos días después se habrían producido dos nuevas reuniones más. Ambas habrían tenido lugar el 28 de diciembre de 2001, «fecha en la que en la misma agenda figuran las anotaciones Fco. Grau (Rte Jumillano -en Alicante-) a las 14 horas y Cotino a las 18 horas». Antes, en el año clave de 1997, las agendas reflejan que Zaplana se reunió con Cotino 24 horas antes de que se aprobaran los pliegos que iban a regir la licitación del servicio de ITV.

Declaración de personas jurídicas

La conexión de las agendas de Zaplana con los momentos clave de la adjudicación de las ITV amañada para Sedesa fue atornillada ayer por las nuevas declaraciones de Joaquín Barceló «Pachano» y Juan Francisco García Gómez como representantes de sus respectivas empresas. 

Las respuestas clave de Barceló las dio al contestar al presidente del tribunal, el magistrado Pedro Castellano. «¿Por qué participaba en estas empresas?», interrogó el juez. Pachano contestaba a cuenta gotas. «Porque me lo solicitaron en Medlevante y Gesdesarrollos, Francisco Grau». «¿Nadie más?», insistió el magistrado. «No», contestó de forma parca Pachano. «Pero el objetivo le explicó por qué era? ¿Qué beneficio obtenía?», insistió el magistrado. «Beneficio, ninguno. Si se hacía la promoción de La Vila-Joiosa tenía mi parte de beneficios. Y el resto... Por amistad con Grau... Y con don Eduardo [Zaplana], como dije en su día», aclaró finalmente Barceló. La polémica llegó con las respuestas de Juan Francisco García Gimeno que comparecía como representante de la mercantil Dobles Figuras Consultores. «¿Cuando era jefe de gabinete requería la autorización de Zaplana?», interrogó el fiscal Anticorrupción. «Para las cuestiones relevantes sí. Otras estaban delegadas de facto. Para las cuestiones importantes despachábamos». 

Unas preguntas que el abogado de Zaplana, Daniel Campos, exfiscal Anticorrupción, pidió declarar impertinentes. Fue cuando el presidente del tribunal ofreció al letrado de Zaplana un segundo turno de palabra. «No vamos a limitar el derecho de defensa», aseguró Castellano. 

Así que el fiscal del caso Erial siguió a la suya y amarró el dato de quién tomó la iniciativa para amañar la concesión de las ITV y facilitar que fuera Sedesa una de las adjudicatarias. «Eduardo Zaplana y Juan Cotino tomaron estas decisiones. Sí. Es lo que declaré ayer. Todo esto empieza por la reunión entre Cotino, Zaplana y yo. Estábamos al corriente los tres del proceso que se inició en ese momento», confirmó García Gómez antes de que Zaplana negara a Cotino tres veces, como San Pedro a su maestro.  

Los agentes de la UCO de la Guardia Civil declaran a partir de mañana

Tras las declaraciones de los quince acusados y las cinco empresas jurídicas procesadas, mañana viernes comienzan a declarar los testigos propuestos por la Fiscalía Anticorrupción. Las testificales se inician con las declaraciones de los responsables de la Unidad central operativa (UCO)de la Guardia Civil que investigaron el caso Erial y que continuarán el 24 de abril. En esta jornada también declarará el testaferro de Zaplana, Fernando Belhot, desde Uruguay. L.B.B. València