El tenor y director de orquesta Plácido Domingo defendió ayer que las mujeres directoras de orquesta «no solo tienen que ser aceptadas, también tienen que ser admiradas» aunque admitió que es un profesión «muy difícil» porque tradicionalmente ha sido masculina. El también productor y compositor español participó en un debate organizado por el campus de Berklee College of Music de Valencia, en el marco de una jornada para sensibilizar sobre la escasa presencia de la mujer en el mundo de la dirección musical y discutir sobre estrategias para eliminar las barreras.

Junto a Domingo estuvieron en el escenario otras virtuosas de la música como Alice Farnham, cofundadora y directora artística de Mujeres directoras de la Royal Philharmonic Society; la ganadora de un Grammy en 2009 y pionera de las mujeres compositoras, Nan Schawartz, y la directora y violinista taiwanesa Yi-Chen Lin. También participó la compositora de música de cine y televisión y profesora del Berklee Valencia Vanessa Garde; la directora de producción de Les Arts, Luana Chailly; y la abogada y presidenta de Inspiring Girls Internacional, Miriam González. Plácido Domingo, el único hombre en el debate, recordó que a lo largo de la historia el varón «era el que dirigía la vida» y, aunque en los últimos treinta años ha habido «una liberación de la mujer», aún hay «ciertos puestos con una gran discriminación».

«No sólo hay que hablar, hay que luchar; tenemos que reconocer vuestro nivel artístico porque merecéis una recompensa», aseguró, en referencia a las ponentes. A su juicio, su talento «no es tan diferente» al de los hombres, aunque indicó que «la brecha es enorme y el problema no es fácil». Para Plácido Domingo hay «muy buenos directores de orquesta que luchan por romper ese techo de cristal, pero también para ellos es difícil cambiar las cosas».

Más visibilidad

Según Farnham, «no hay costumbre» de que las mujeres ocupen puestos de liderazgo y reivindicó la existencia de «modelos» en los que las niñas se puedan ver reflejadas para que se pierda «el miedo al fracaso y la exposición pública y haga crecer la confianza». En la misma línea, Schwartz, nominada a varios Grammy y Emmy, reclamó «más visibilidad en el mundo» para incentivar a las jóvenes y contó que no la contrataron para crear la música de 50 sombras de Grey porque la película ya la dirigía una mujer y los estudios Universal «no querían jugársela con otra». González también pidió más visibilidad, pues en su opinión «es importante tener una pareja que crea en ti» porque «estar con una mujer que ha llegado a lo más alto no tiene por qué cuestionar su testosterona».

Vanessa Garden contó su experiencia en Hollywood, donde hubo que pasar una serie de exigencias que, según le reconocieron, de haber sido hombre no habría tenido que pasar, y lamentó que las mujeres tengan que «demostrar siempre lo que valen». Incidió, como también lo hizo Chailly, en la importancia de la enseñanza para cambiar las etiquetas y «normalizar» la diferencia entre hombres y mujeres, y Yi-Chen apuntó que también le ha costado demostrar su valía, no solo como mujer sino por ser joven.