Zeus y Afro, Homer, Lenin y Stalin, Nela, Ringo, Bimba y Cuqui, Princesa, y Lluna y Fiona son gatos y gatas que conviven actualmente con la alta política municipal. Se trata de felinos que han sido adoptados por alcaldes y alcaldesas de l'Horta, o concejalas y ediles de la oposición. El mayor de ellos tiene ocho años y hay alguno que todavía es un cachorro. Sus responsables humanos cuentan decenas de anécdotas y los consideran miembros de su familia.

Y es que los gatos, en los últimos años, han dejado de ser invisibles y estar considerados animales silvestres de la calle, en parte gracias a la labor de las asociaciones animalistas de la comarca. Algunas protectoras dedicadas tradicionalmente a intervenir con perros, han incorporado el rescate y cuidado de los mininos en su tarea altruista, y otras han nacido para ocuparse principalmente de los gatos. Conexión Felina de Mislata, Hogar Felino de Albal o Karma Felino de Benetússer son algunos de los ejemplos de entidades cuyo nombre visibiliza a los gatos.

El alcalde de Silla, Vicent Zaragozà, adoptó a una protectora hace 15 meses a Zeus y Afro cuando tenían apenas un mes de vida. «Zeus es curioso y muy tranquilo, siempre sentado en su trono y siente predilección por mi hijo Gonzalo. Afro es una princesa mimosa hasta la pesadez, glotona hasta el punto de ser la guardiana de la nevera y fan de mi mujer Laura y mi hija Carlota», cuenta el mandatario.

Por su parte, Homer llegó a casa de Eva Zamora, la alcaldesa de Alcàsser, por Seur, hace siete años. «Después de que muriera prematuramente otro gato que tenía, un amigo veterinario de Almería me llamó para decirme que tenía un felino en acogida porque su primera familia no podía tenerlo. No le cambié el nombre con el que venía», narra.

La alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz, rescató a su gata Princesa de la calle. Llegaba un día del consistorio y la vio maullando en medio de la lluvia. Al intentar cogerla casi la araña por lo que tuvo que subir a su casa a por una toalla. Aunque inicialmente difundió el caso en Facebook por si le encontraba una familia, «sabía que ya no iba a irse a ningún sitio». Durante un tiempo convivió con su perro, ya muy mayor, hasta que falleció, y de él aprendió mucho. Sanz revela que Princesa no ha dejado ciertas actitudes silvestres y se lleva algún que otro arañazo.

En Burjassot, el alcalde Rafa García es otro amante de los animales y tiene adoptadas a Lluna y Fiona. Tienen dos años y medio y fueron encontradas en la calle. García y su familia las llevaron a la protectora de la ciudad para que les hicieran la desparasitación y las esterilizaran. Desde entonces conviven con el alcalde de la ciudad más universitaria de la comarca.

Lenin y Stalin conviven con Javier Parra, concejal en Paterna y secretario general del PCPV-PCE, desde que los adoptó hace casi dos años. El primero es un esbelto minino blanco y negro, y el segundo es pelirrojo y regordete. «Primero llegó Lenin, un gato de ciudad, pero como pasaba muchas horas solo, necesitaba un compañero, y llegó Stalin, del campo. Se complementan bastante bien para hacer trastadas», indica Parra. «Cuando voy al despacho, Stalin corre a toda velocidad para llegar antes y jugar con los bolis», añade divertido.

Ringo iba a llamarse inicialmente Kempes pero la pareja de David Baviera, concejal de Compromís en Torrent, prefirió bautizarlo como un personaje de Pulp Fiction. Fue recogido en la calle de un pueblo de l'Horta Nord y los torrentinos tuvieron que curarlo de tiña. «Le encanta tumbar un muñeco que me regaló mi compañera y que representa el primer mitin que hice», revela Baviera.

En Alaquàs, Consol Barberà y sus tres hijos tenían a Mixeta y Tina, pero una desapareció y la otra falleció. Entonces llegó Nela, gracias a la protectora de Xirivella APAX y se convirtió en la reina.«Tener gatas siempre ha sido una decisión solidaria y concienciada. Siempre han sido respetuosas con nuestro espadio y nuestros sentimientos, ya que captan la tristeza o el aburrimiento, y se arriman a fer carantoñas», valora esta edila, que se declara vegetariana.

Elena Martínez, exalcaldesa de Paterna, tiene dos gatas. A la primera, Cuqui, la encontaron en el portal de su casa hace más de tres años. Estaba enferma y la curaron. Y hace un año y ocho meses adoptaron a Bimba en el refugio municipal, con semanas de vida, por lo que tuvieron que alimentarla de biberón. Ambas conviven en armonía con los perros Conan y Lolo.