El alcalde de Alzira emplaza a los vecinos a proteger los chalés del fuego con franjas de seguridad

El alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, responsable a su vez del área municipal de Medio Ambiente, ha advertido de que tras el segundo incendio registrado en las montañas del término municipal en menos de un año «es esencial trabajar en la autoprotección de las urbanizaciones» y ha emplazado a los vecinos a tomar conciencia del riesgo y de la necesidad de actuar.

Domínguez considera que el incendio de l’Eixavegó Alt es un segundo aviso tras el registrado en la Casella en abril, ambos en el entorno del paraje de la Murta que en las dos ocasiones se ha visto amenazado, y que es necesario aplicar las medidas de autoprotección que prevé la ley para, por un lado, ofrecer seguridad a los residentes y viviendas ubicadas en la interfaz urbano-forestal pero, al mismo tiempo, evitar que, como presuntamente sucedió el jueves, sea en esta zona habitada donde se origina el fuego. 

«No nos la podemos jugar»

«Es un asunto muy serio, no podemos jugárnosla, en primer lugar con las personas, pero tampoco con los bienes materiales ni con la montaña. Por eso se tienen que tomar medidas encaminadas a crear fajas perimetrales y a la intervención en la vegetación de las parcelas privadas que se encuentran en ese entorno, tan idílico como peligroso a la vez, especialmente en este momento de emergencia climática, con un mes de enero que nos ha dejado temperaturas de hasta 24 grados, varios meses sin llover y los bosques como si fuera verano».

Alzira activa la obligación de crear franjas de seguridad contra incendios en los chalés

El munícipe defiende que el Ayuntamiento de Alzira ha hecho los deberes primero con la aprobación de plan de prevención de incendios forestales y, más recientemente, con la aprobación de la cartografía de riesgo que delimita las urbanizaciones de Alzira, núcleos de población, edificaciones e instalaciones susceptibles de sufrir un incendio forestal. 

«La cartografía está hecha y ahora nos tendremos que sentar con la población afectada para ver cómo podemos llegar a acuerdos de colaboración para sensibilizar a estos vecinos y ver cómo podemos ejecutar estas franjas de autoprotección», incidió la primera autoridad local.

La creación de este perímetro de seguridad de un mínimo de 30 metros de anchura y un máximo de 50 en función del tipo de vegetación y la pendiente es el aspecto más destacado de las medidas de autoprotección que tienen que aplicar los residentes en las urbanizaciones.

Cuenta atrás

Como ya informó Levante-EMV, la aprobación y posterior publicación de la cartografía de riesgo ha puesto en marcha la cuenta atrás para que los propietarios de viviendas en suelo forestal adopten las medidas de autoprotección que prevé la ley, bien de forma voluntaria o a través de la ejecución subsidiaria por parte de la Administración que estudia establecer un precio público para poder ejecutar los trabajos por delegación de los interesados.

La publicación el pasado mes de diciembre de esta delimitación cartográfica ha abierto un plazo de seis meses para que los propietarios de chalés en urbanizaciones o diseminados que lindan con suelo forestal indiquen su disposición a cumplir con este requisito legal de forma individual, colectiva en el caso de las urbanizaciones, o su negativa.

«Cada vez que se pone encima de la mesa, la normativa europea, estatal y autonómica va dando las pautas para que todo el mundo tenga claro lo que tiene que hacer», incidió Domínguez, que reiteró la voluntad del ayuntamiento de ayudar a los residentes a aplicar estas medidas de protección de las urbanizaciones.