Giro autoritario

Patricio Simó

Patricio Simó

Con su anuncio de continuar en el poder, Pedro Sánchez ha dado un preocupante giro autoritario que busca un mayor control de los jueces y de los medios de comunicación díscolos con su gestión.

Tras su encierro de cinco días solo ha concedido una entrevista en RTVE y en la cadena SER. El resto de los medios, salvo en campaña electoral están vetados para el presidente del Gobierno. Un mal comienzo después de todo lo que prometió Pedro Sánchez para regenerar la democracia y las libertades. Qué mejor manera de hacerlo que concediendo entrevistas a todos los medios.

Algunos esperábamos del presidente del Gobierno más explicaciones y menos victimismo.

La imagen internacional de España ha quedado por los suelos y así lo recogían todos los medios extranjeros.

La intervención de Pedro Sánchez, tras cinco días de retiro monacal para decir que continúa en el cargo y que mucho de esta decisión ha tenido que ver con la movilización de los socialistas, apenas unos 6.000 se manifestaron en Ferraz, marca un antes y un después en la democracia española.

El PSOE hace mucho tiempo que desapareció como partido para convertirse en una sucursal del sanchismo, donde no existen voces críticas y a quienes son críticos con la dirección se le expulsa del partido. El declive del PSOE empezó con José Luis Rodríguez Zapatero, el peor presidente de la democracia española, telonero ahora en los actos de Pedro Sánchez y su más firme defensor ideológico que no tuvo ningún reparo en insultar a José María Aznar cuando era presidente del Gobierno y hoy se escandaliza por los comentarios que recibe Sánchez.

El órdago que ha lanzado a la prensa libre de este país, acusando a periodistas y medios de comunicación de ser divulgadores de bulos y noticias falsas es un retroceso en términos democráticos absolutamente intolerable.

La publicación de noticias sobre la mujer del presidente Begoña Gómez que no han sido desmentidas y que sitúan a Begoña Gómez como intermediaria en empresas que luego han sido beneficiadas con dinero público deben ser investigadas y es lo que ha hecho la prensa. Esa es su obligación.

A Alberto Núñez Feijóo se le acusó de haber favorecido con 114.000 euros a una empresa en la que trabajaba su mujer cuando era presidente de la Xunta de Galicia. Información que publicaron algunos medios de comunicación, entre ellos Infolibre donde su director es Jesús Maraña, habitual tertuliano de la Noche en 24 horas, y que posteriormente fue desmentida por ser falsa. Y esto es lo que corresponde hacer a un medio de comunicación serio cuando publica una noticia falsa que no ha sido contrastada. Rectificar.

En el caso del periódico El Confidencial la información que se ha publicado sobre Begoña Gómez no ha sido desmentida.

La función de los medios de comunicación en una democracia es ejercer de contrapoder al Gobierno de turno. Sin libertad de prensa no hay democracia.

Señalar a periodistas, tildándolos de fascistas como hacía Pablo Iglesias cuando era vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez es un ataque directo a la libertad de prensa.

Los medios de comunicación desarrollan un papel clave en una democracia. Silenciarlos es propio de dictaduras y nos encaminamos a ello.

Controlar la justicia es el próximo paso de Pedro Sánchez que ya ha advertido que habrá renovación del CGPJ, con el PP o sin él.