Israel ha perdido toda la razón en su derecho a la legítima defensa cuando fue objeto de un ataque terrorista por parte de Hamas.

Lo que ha ocurrido después con el bombardeo de hospitales y el asesinato de civiles, muchos de ellos niños, no tiene justificación alguna. Lo que está haciendo Israel en Gaza y Cisjordania atenta directamente contra el Derecho Internacional Humanitario. Israel se ha saltado todas las leyes, sometiendo a la población civil a un auténtico infierno. La respuesta ha sido absolutamente desproporcionada y siempre ha sido así cuando Israel ha sufrido algún tipo de atentado.

Como ha afirmado el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell “un horror no justifica otro”.  Fue un horror el ataque terrorista de Hamas en suelo israelí, asesinando y secuestrando a civiles inocentes y es un horror la respuesta de Israel contra el pueblo palestino, masacrando a la población civil.

La ayuda humanitaria llega a la Franja de Gaza con cuentagotas y es insuficiente para poder atender a los miles de palestinos que están sufriendo las consecuencias de la guerra.

Las imágenes que nos llegan de Gaza con bebes en las incubadoras a punto de morir porque Israel ha cortado el suministro eléctrico son de una dureza extrema que nos lleva a lo peor del ser humano en su insaciable capacidad de venganza.

La comunidad internacional no ha hecho nada para evitar la escalada del conflicto que ya ha dejado más de 13.000 muertos, la mitad niños. Ningún país, salvo algún país latinoamericano como Colombia o Bolivia, ha roto relaciones diplomáticas con Israel. Tampoco se le han impuesto sanciones económicas. Europa y Occidente prefieren mirar hacia otro lado mientras se consuma un genocidio ante la mirada de todos.