En pleno debate sobre la España vaciadaEspaña vaciad, un vecino de Aras de los Olmos pone en alquiler el horno que heredó de sus padres. Esperaba generar interés en los pueblos colindantes pero, para su sorpresa, de veintena de llamadas que ha recibido en la última semana, el 95 % provienen de vecinos de València. Alquila el negocio, pero también enseña a desempeñarlo.

«Todos los que contactan quieren cambiar de vida, pero los que llaman de la ciudad lo hacen porque quieren salir disparados de allí», explicó ayer Alberto Sánchez.

El 'Horno Giratorio Roser' es el único negocio del sector en Aras de los Olmos. No hay competencia, por lo que el establecimiento genera beneficios. No parece posible teniendo en cuenta que en el censo municipal no figuran más de 400 personas, de las cuales habitan diariamente algo más de 200. Eso sí, en verano la población se dispara hasta las 1.500 o 2.000 personas. Por eso, Sánchez insiste en que el horno «es más que rentable» aunque, como casi todo, «siempre y cuando tengas ganas de trabajar», matiza García, quien recuerda cómo pasaba casi 16 horas trabajando.

En el alquiler del horno se incluye el local y la maquinaria, lista para poner en marcha, tal como ha dado servicio en los últimos tres años. Pero no solo eso. Sánchez está dispuesto a enseñar la profesión de panadero a quien esté interesado en quedarse con el negocio. «Tengo que incluir la formación porque, o se lo queda un panadero, o la profesión se tiene que aprender, no hay más hornos en el pueblo», matiza.

Cómo puso el horno en alquiler

El vecino de Aras de los Olmos es el propietario del horno y hasta hace tres años él trabajaba como panaderotrabajaba comopanadero. Dejó el negocio para profesionalizarse como apicultor, actividad a la que ahora se dedica. Entonces, hace tres años, ya puso el horno en alquiler. No quería publicar el anuncio en redes sociales y que llegara demasiado lejos, porque su intención era que alguien de su entorno o de los municipios vecinos lo cogiera, pero no hubo mucha repercusión. Sin embargo, «alguien le hizo una foto al cartel, lo puso en redes y una semana después ya tenía a un joven levantando la persiana», dice Sánchez.

El actual panadero deja el negocio y Sánchez se ve de nuevo en la tesitura de tener que alquilarlo. Se han repetido los hechos: publicarlo en redes sociales le ha generado un aluvión de llamadas. «En dos semanas me han contactado más de quince personas» para hacerse con este horno en alquiler en Aras de los Olmos. Muchos llaman por pura curiosidad: saber en qué condiciones se alquila y cuál es el precio del arrendamiento. De todas ellas, tres han visitado las instalaciones situadas en la calle principal del pueblo, en la calle València, de donde ahora llaman la mayoría de interesados.