Eva Solá, la técnico encargada de revisar los expedientes de la Fundación Cyes, ha explicado hoy en el juicio a Rafael Blasco que les faltaba "absolutamente todo" y por ello desechó la solicitud. Sin embargo, la extinta Conselleria de Solidaridad continuó tramitación de la solicitud de la Fundación Cyes a pesar negativa de los técnicos.

Eva Solá, la técnico que revisó el proyecto, afirmó que con los fondos de Nicaragua "no se podía comprar ni in ordenador para la sede de Valencia". Ha explicado que tras revisar la solicitud de la Fundación Cyes se entrevistó con el exjefe de área Cooperación Marc Llinares para transmitirle todas las irregularidades que había detectado y que este reconoció que se trataba de un "marrón" heredado del anterior equipo directivo.

Según Solá, Llinares dijo que se quedaba el documento, en el que constaban las observaciones y se aconsejaba reclamar la devolución del dinero, y que lo comentaría con el conseller.

La testigo ha explicado que le llamó la atención "lo de los pisos porque era muy escandaloso". "Ni siquiera se podía comprar un ordenador para la sede de aquí, era muy irregular". A su juicio, resultaba imposible subsanar en el plazo requerido de diez días las irregularidades detectadas. "En diez días no se puede elaborar un proyecto en red, lo que se presentase sería irreal". Solá ha concluido que el proyecto debía haber sido rechazado.

A primera hora de este jueves ha declarado el responsable de Promundis que la Fundación Cyes les utilizó y que no recibió "ni un céntimo" para los proyectos de Nicaragua.