Català esquivó ayer las preguntas sobre su futuro político apuntándose «a la moda» de que no es tan importante el quién sino el qué. «En sintonía con la nueva realidad política les diré que en este momento, posiblemente el partido tenga que ir al qué y, a partir de ese qué, definir el quién. Como con esto, últimamente han quedado muy bien, pues yo también voy a quedar bien diciendo lo mismo», agregó en alusión a los negociadores de Compromís y PSPV. De esta manera, salió al paso de las preguntas sobre si estaba dispuesta a tomar las riendas del liderazgo del PP cuando Alberto Fabra se marche. Sobre la posibilidad de ser nombrada ministra de Educación, indicó que estaba al servicio del PP. Català es la opción del Fabra para sucederle en la portavocía del grupo popular cuando el presidente se marche de senador territorial. La consellera, sin embargo, no tiene el respaldo de los barones ni de Rita Barberá, quienes prefieren a Isabel Bonig. En su última rueda de prensa como portavoz, Català rescató una frase de Nicolau Primitiu para indicar cuál debe ser, según ella, el nuevo lema del PPCV para afrontar la oposición: «Trabajar, persistir y esperar», apuntó.