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Azud cambia las líneas rojas de las dimisiones

Consell y PP eluden exigir el puesto de Jorge Bellver mientras aumenta la presión sobre Mata

El vicepresidente segundo de las Corts y diputado del PP, Jorge Bellver Biel Aliño

Hay coincidencias que se dan en lo que se dice y otras, en cambio, están en los silencios. La de Consell y PP en las últimas horas se da precisamente en aquello que no se verbaliza. En no haber pedido de momento la dimisión del diputado 'popular' y vicepresidente segundo de la Mesa de las Corts, Jorge Bellver, a quien el sumario del caso Azud señala que recibió regalos del empresario y considerado corruptor de la trama, Jaume Febrer, durante su época de concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de València.

Bellver se encuentra camino de la imputación tras la petición del juzgado que lleva el caso a las Corts sobre su situación como aforado. Es el paso previo a que termine citado como investigado por el TSJCV, una línea roja hasta ahora en cuanto a la petición de responsabilidades y exigencia de dimisiones que tanto la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, como el líder del PPCV, Carlos Mazón, evitaron pronunciar este viernes.

El punto de apoyo en el que tanto Oltra como Mazón sostuvieron los regates a las preguntas de si Bellver debía dimitir está en "las explicaciones", aunque esto no significa que estén de acuerdo en las dadas hasta ahora por el parlamentario. De hecho, mientras que Mazón aseguró que sí que confía en las que dio el miércoles (cuando dijo que "siempre había actuado correctamente"), motivo por el que aseguró "no dudar de su honorabilidad", Oltra consideró que antes de pedir su dimisión, lo primero es que dé explicaciones. "Algo que no he visto", agregó.

Los motivos para que, de una manera o de otra, ni Mazón ni Oltra pidieran la dimisión de Bellver y con ello se movieran las líneas de las responsabilidades, son distintos. La vicepresidenta se encuentra a su vez a un paso de la imputación por la posible responsabilidad de su conselleria en el caso de abusos a una menor, una decisión frente a la que ha rechazado dimitir. Exigir, por tanto, la dimisión de Bellver si es imputado podría volverse en su contra, pese a que insista en que ambos casos no son "equiparables" y que cualquier comparación es "odiosa".

Mientras tanto, Mazón y el PP muestran confianza en su diputado, motivo suficiente ante el que se escudan para pedir cualquier entrega de acta, pese a que a Oltra, en una situación similar, sí que le reclaman su marcha. "Seguimos respetando las decisiones judiciales, faltaría más, pero hay una serie de responsabilidades políticas", expresó el también presidente de la Diputación de Alicante para justificar la diferencia de criterios.

Es más, Mazón remarcó que en el partido se cumplen los estatutos "desde el principio" y "sin excepciones" y basó esta no exigencia de dimisión en los casos del alcalde de La Nucía o el del pitufeo en el Ayuntamiento de València, ambos archivados. De hecho, aprovechó para anunciar que Bernabé Cano, primer edil de La Nucía, se reincorporará a la junta de gobierno de la Diputación de Alicante tras su suspensión de militancia, una vez que se ha sobreseído la causa judicial por su presunta vacunación irregular.

Y si un nombre propio fue el de Bellver, el otro es el de Manolo Mata. La presión sobre el síndic del PSPV en las Corts aumenta cada día ante su papel como abogado del corruptor Jaume Febrer en una causa en la que se investigan pagos a representantes socialistas y la relación de la formación con el empresario. En este sentido, el PP instó a Puig a decir si es "compatible, decente y digno" que el síndic defienda "a la vez al cabecilla de una presunta trama" y a ese partido.

Horas después, el president de la Generalitat respondía que la legislación "permite claramente atender a una complementariedad entre el espacio público y el privado", pero que "cada uno ha de tomar sus decisiones", descargando la responsabilidad en su número dos en el partido con quien, dijo, no haber podido hablar estos días porque ha tenido una agenda intensa.

También evitó cualquier tipo de crítica a Mata la vicepresidenta Oltra. Defendió que no se trata de que sea ético o estético, "sino que es una cuestión de Derecho y el Derecho no se mide en estos parámetros". Ni siquiera se sumó a las palabras de otra sindica botánica, la de Unides Podem, Pilar Lima, que calificó la situación de su homólogo del PSPV como "rara". "No sé exactamente dónde se acota esa terminología pero llevo muchos años y para que algo lo considere raro debe ser raro raro", esquivó Oltra. 

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