El 7 de mayo de 1989 la portada de Levante-EMV informaba de que el periódico había recuperado su cabecera histórica de «El Mercantil Valenciano», una noticia que ilustraba con las imágenes de la nueva sede del diario en el polígono Vara de Quart.
Aquella primera página figura desde el pasado viernes en la exposición que esta cabecera ha organizado por su 150 aniversario en la plaza de la Reina de València y ha sido una a las que el director del Museo de Bellas Artes de València, Pablo González Tornel, más atención prestó en su visita ayer a la muestra.
No lo hizo tanto por el titular sobre «El Mercantil», sino por el que aparece encima él, abriendo la primera página de aquel día: «Un plan propone edificar en la plaza de la Reina».
Aquella noticia hablaba del proyecto encargado por la Generalitat a dos arquitectos para construir un pequeño edificio frente a la fachada barroca de la catedral, de forma que trazase de nuevo la línea de la desaparecida calle Zaragoza que delimitaba la visión de la fachada.
El plan no se llevó a cabo pero, tal como señalaba ayer González Tornel, se ha recuperado de una manera más «light» con la inclusión de una línea de árboles en el nuevo diseño de la plaza inaugurado recientemente.
"Me gustaría leer una portada donde se dijera que Educación y Cultura son dos 'conselleries' diferentes"
«Este titular nos transmite que València es una ciudad que no está acabada del todo y que la reforma actual de las plazas de València no hace sino solucionar las heridas que se infligieron al centro histórico durante los siglos XIX y XX», explica el responsable de la principal pinacoteca valenciana.
Tal como señalaba ayer González Tornel, el derribo de la calle Zaragoza en la década de los 50 del pasado siglo fue lo que en Italia se llama un sventramento, (‘destripamiento’), «una manera, afortunadamente olvidada de intentar modernizar los centros históricos mediante derribos en su tupida trama urbana».
Lo que pasa que en Italia este tipo de operaciones se realizaron a finales del siglo XIX y aquí no se llevaron a cabo hasta mediados del XX.
«Lo que se planteó en 1989 fue recuperar la perspectiva original porque la portada barroca de la catedral no se realizó para que pudiera verse desde un espacio tan amplio», comentó Tornel.
Entre las portadas históricas de Levante-EMV que le han despertado un recuerdo especial, el director del Bellas Artes destacó la que publicó el periódico el 11 de noviembre de 1989, dos días después de la caída del muro de Berlín.
«La URSS advierte que la reunificación de Alemania provoca ‘alarma y desconfianza’», asegura el titular bajo una gran foto de los ciudadanos alemanes subidos al muro.
«Yo sabía lo que era la Guerra Fría y quienes eran sus protagonistas, y recuerdo que cuando nos dieron la noticia estábamos en clase, en los Dominicos. Recuerdo que todo el colegio se paró por eso, porque había caído el telón de acero».
Animado a tirar de imaginación y preguntado sobre qué portada le gustaría ver expuesta en una muestra cómo esta, González Tornel fue práctico: «Me gustaría leer que Educación y Cultura son dos conselleries distintas porque eso significaría que pone la Cultura en un lugar importante», explicó el historiador del arte.
En este sentido, González Tornel señala que en las portadas hay pocos grandes titulares o grandes fotos referidas a acontecimientos culturales y artísticos.
Esta ausencia, subraya, suele demostrar que los gestores culturales no han sabido «vender» su trabajo o que los medios piensan que al público le va a «llegar» menos este tipo de informaciones.
